No apoyamos la renacionalización de las decisiones: Francia
Miércoles 14 de julio de 2010, p. 43
Bruselas, 13 de julio. La Comisión Europea adoptó el martes unas propuestas que permitirían a los estados miembros prohibir los cultivos de organismos genéticamente modificados (OGM), a pesar de la fuerte oposición del sector y de algunos gobiernos europeos.
Esta decisión poco habitual de Bruselas, de devolver el poder comunitario a los estados miembros, tiene como propósito desbloquear una parálisis sobre el sistema de aprobación de los OGM, luego de dar luz verde a sólo dos cultivos en 12 años.
Las medidas concretas adoptadas hoy permitirán a los estados miembros tener la libertad de decidir sobre el cultivo de OGM
, declaró en un comunicado el comisario de Sanidad y Asuntos del Consumidor, John Dalli.
Si las aprueban los gobiernos y los parlamentos europeos, se podría producir un aumento en las plantaciones de cosechas de OGM donde ya se están cultivando, como España o República Checa, al tiempo que permite a países contrarios, como Italia y Austria, prohibirlas del todo.
Ministros de varios países europeos, entre ellos España y Francia, ya han criticado las propuestas por considerar que tratan de desmantelar la política común respecto de las cosechas de este tipo.
Esperamos que se sigan adoptando las decisiones a escala comunitaria. No apoyamos la renacionalización de las decisiones (sobre OGM)
, dijo el lunes en Bruselas el ministro francés de Agricultura, Bruno Le Maire.
Las empresas de biotecnología han advertido que interpondrán recursos legales y desestabilizarán el mercado único europeo para bienes agrícolas.
Pero después de una década de intentar obligar a los países a que cumplan las normas comunitarias sobre las cosechas de OGM y defenderlas en las disputas comerciales internacionales, la comisión parece decidida a permitir que asuman la responsabilidad de sus propias políticas.
Dalli presentará las propuestas al comité de Medio Ambiente del Parlamento Europeo el mismo martes. Una cuestión clave será si el debate parlamentario puede limitarse al cambio propuesto, como espera la comisión, o si los eurodiputados tratarán de abrirlo aún más y revisar otros aspectos de la legislación.