Critican ex presos al gobierno español; nos vigilan
, acusan
Viernes 16 de julio de 2010, p. 33
La Habana, 15 de julio. El líder cubano Fidel Castro visitó este jueves en La Habana el Acuario Nacional donde presenció una espectáculo de delfines, en su cuarta salida al público en ocho días, informó a Afp un directivo de la institución.
Castro permaneció en ese centro más de una hora y media durante la mañana y, además de disfrutar de la función habitual, conversó con los trabajadores e intercambió con el público
, comentó Luis Silva, vicedirector del Acuario Nacional.
Estamos muy contentos, muy halagados de que nos haya escogido para visitarnos. Está muy bien, estuve cerca de él y lo vi muy firme, muy contento
, manifestó el funcionario.
Castro, quien el 13 de agosto cumplirá 84 años, visitó el miércoles el Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, un día antes apareció en un programa de televisión y el 7 de julio estuvo en una institución científica.
De las cuatro actividades públicas, la prensa local publicó fotos tomadas por Álex Castro, uno de los ocho hijos del ex gobernante, aunque aún no fueron difundidas imágenes de este jueves.
En ninguna de las cuatro actividades se ha referido a temas de la actualidad nacional, sino a la explosiva situación en Medio Oriente y a temas ambientales y de economía internacional.
El líder comunista, quien entregó el mando del gobierno a su hermano Raúl Castro hace cuatro años tras caer gravemente enfermo, multiplicó sus salidas en momentos en que Cuba está bajo la mira internacional por la gradual excarcelación de 52 opositores presos, 11 de los cuales partieron en calidad de emigrados
a España entre lunes y miércoles.
En Madrid, nueve de este grupo de cubanos dieron hoy una rueda de prensa en la criticaron al gobierno socialista español, dijeron sentirse vigilados
y hasta denunciaron que se están viendo obligados a compartir baño
, reportó Armando G. Tejeda, corresponsal de La Jornada en España.
Julio César Gálvez fue el más duro en sus críticas, al señalar que aquí en España yo no soy dueño de mí mismo, porque mi futuro no depende de mí, sino de los funcionarios que me imponen sus decisiones, me vigilan y me controlan hasta las llamadas
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