Desde 2007 solicitaron a Ebrard abordar el tema de la supervía
Buscaban que el Ejecutivo acudiera a La Malinche a una audiencia
Viernes 23 de julio de 2010, p. 38
Habitantes de la delegación Magdalena Contreras denunciaron que su derecho de petición, consagrado en el artículo 8 de la Constitución, no ha sido respetado por el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard.
Opositores a la construcción de la supervía poniente señalaron que desde 2007 han solicitado al Ejecutivo local que vaya a la colonia La Malinche para discutir en audiencia pública
el proyecto; sin embargo, su demanda no ha prosperado.
Lo más cercano a ello ocurrió hace tres meses, cuando un adolescente de 14 años, estudiante de secundaria y habitante de la zona, logró que Ebrard lo recibiera en su despacho 17 días después de que se publicó el decreto de expropiación.
El joven, de nombre Bernardo Padrón, acudió el 21 de abril a un foro organizado por la estación W Radio. Al tomar la palabra, el adolescente pidió al mandatario que se comprometiera públicamente a acudir a La Malinche para discutir con los vecinos la viabilidad del proyecto vial.
Ebrard no se comprometió a visitar la colonia de la delegación Magdalena Contreras, pero sí invitó a Bernardo al Antiguo Palacio del Ayuntamiento: Vengan a mi oficina. Hoy es miércoles, los espero el viernes. Tú organízalo. Les enseño lo que es el trazo, los escucho, no hay bronca
.
El jueves, los colonos realizaron una asamblea, decidieron acompañar a Bernardo y redactaron un documento con cuatro puntos que horas después entregaron en la jefatura de Gobierno. En el primer punto reiteraron su demanda de que la mesa de trabajo se realizara en La Malinche.
Agende a la brevedad posible una audiencia pública (a realizar) en el campo de futbol, ubicado en la calle Presa Reventada, esquina con Luis Cabrera, el día y hora que usted designe
, señala el documento.
Al día siguiente más de 60 vecinos llegaron al Zócalo y una comisión de 10 personas, entre ellas Bernardo, escuchó la explicación
que dio Marcelo Ebrard en su oficina. Al final Bernardo le entregó en propia mano el documento que firmaron más de 500 vecinos, pero el gobernante lo remitió a la oficialía de partes, con el argumento de que el sello de dicha oficina era como su firma
.
Han transcurrido tres meses y el jefe de Gobierno no ha acudido a La Malinche. El adolescente advierte: No hemos sido atendidos; no ha respetado nuestro derecho de audiencia y mantenemos la exigencia de que lo haga. Es un derecho que tenemos.