En una breve visita que coincidió con el inicio de la crisis diplomática entre Colombia y Venezuela, el futuro mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, ofreció desde ahora al presidente Felipe Calderón la experiencia acumulada de su país en la lucha despiadada contra el narcotráfico.

A su vez, Calderón le confirmó al político conservador que asistirá a su toma de posesión el 7 de agosto en Bogotá.

En la primera escala de su gira por seis países de América Latina, Santos se vio obligado a reaccionar ante la decisión de Hugo Chávez de romper relaciones con Colombia, pero lo hizo con cautela al señalar que la mejor contribución que podía hacer era no pronunciarse, porque el presidente Álvaro Uribe aún está en funciones.

En un convoy integrado por seis camionetas, una ambulancia y policías en motocicleta, el presidente electo llegó a Los Pinos a las 13:30 horas para platicar con el michoacano, pero dada la expectativa que generó su presencia en México dos horas después dio un mensaje a los medios de comunicación en el salón Manuel Ávila Camacho. Quien fuera ministro de Defensa de Uribe señaló que prometió a su anfitrión darle su respaldo en la lucha contra la delincuencia y afirmó: México puede estar totalmente seguro que nosotros estaremos a su lado en esta causa.

Los Pinos informó después en un escueto comunicado que se comprometieron a dar continuidad a los proyectos comunes en materia de seguridad y combate a la delincuencia organizada, por medio de los grupos de alto nivel de seguridad y justicia México-Colombia y del comité bilateral de cooperación contra el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias sicotrópicas.

Acompañado por la futura canciller de Colombia, María Ángeles Holguín, Santos resaltó que tiene muchas cosas en común con Calderón, ya que lo conoce desde hace algún tiempo y ambos estudiaron en la misma universidad, o sea, en Harvard.

El sucesor de Uribe recordó que como ministro de Comercio negoció el tratado de libre comercio con México y dijo haber coincidido con Calderón en que el intercambio bilateral se fortalezca y la integración se extienda a otros campos.

Además expresó su interés en que la cumbre sobre cambio climático que se celebrará en diciembre en Cancún sea exitosa y decidieron trabajar juntos para coordinar las posiciones.

En esta visita que calificó de corta pero muy fructífera se reunió también con Gabriel García Márquez, a quien definió como un gran amigo, amigo de vieja data, con quien ha tenido una relación muy especial.

La charla fue en la casa que García Márquez tiene en México, en la calle de Fuego en el Pedregal de San Angel. Ahí fui como presidente electo de Colombia, ante este personaje tan importante en nuestra historia colombiana, refirió el visitante.

Explicó que aprovechó la estancia del presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, para hablar con él sobre la relación con su país, ya que hemos sido buenos clientes durante mucho tiempo y esperan continuar con la ayuda que les ha prestado el banco.