Dubai, 25 de julio. El brazo de Al Qaeda en la región norafricana del Maghreb informó hoy haber ejecutado a un ingeniero francés que tenía en cautiverio desde el 19 de abril pasado, para vengar a nuestros seis hermanos muertos en la cobarde operación del pasado jueves perpetrada por los Cuerpos de Operaciones Especiales de Francia y tropas de Mauritania en este país, que tuvo como objetivo un comando de la red armada islámica.

La presidencia de Francia dijo no tener confirmación del hecho, minutos después de que las televisoras árabes difundieron un mensaje grabado en el que el jefe regional de Al Qaeda, Abu Mussab Abdel Wadud, anunció haber matado al francés llamado Michel Germaneau el sábado 24 de julio para vengar a nuestros seis hermanos muertos en la cobarde operación de Francia.

El ataque de las fuerzas francesas y mauritanas al comando de Al Qaeda en Mauritania, cerca de la frontera con Argelia, se basó en la hipótesis de que ese grupo armado tenía en su poder a Germaneau, de 78 años, según dijo el sábado una fuente del Ministerio de Defensa de Francia, que reconoció no contar con alguna prueba de vida.

La última evidencia de que Germaneau estaba vivo se remonta a mediados de mayo, cuando Al Qaeda difundió una grabación sonora y una fotografía del individuo, en la que pedía la intervención del presidente francés, Nicolas Sarkozy, para liberarlo.

Germaneau, secuestrado el 19 de abril en Níger y trasladado a Mali, estaba retenido por una célula de Al Qaeda dirigida por el argelino Abdelhamid Abu Zeid, que ejecutó hace 13 meses a un rehén británico.

La misma célula, que tiene campamentos en una zona desértica entre Mali, Níger, Mauritania y Argelia, retiene a dos rehenes españoles, Albert Vilalta, de 35 años, y Roque Pascual, de 50, secuestrados a finales de noviembre.

En tanto, en Pakistán, unos 200 hombres armados, presuntos militantes del talibán paquistaní, atacaron un puesto policial en el pueblo de Achni, cerca de la ciudad de Peshawar, en una aparente respuesta al bombardeo realizado el sábado por aviones no tripulados en la provincia de Waziristán, supuesto refugio de la guerrilla urbana, donde murieron 12 guerrilleros.

Al menos un policía murió en el ataque que sorprendió por el tamaño del contingente y la cercanía con Peshawar, la mayor ciudad del noroeste del país.

Mientras el puesto policial estaba bajo fuego, las autoridades paquistaníes informaron de un nuevo bombardeo en Waziristán con saldo de cuatro rebeldes muertos.

En Afganistán, combatientes talibanes arrebataron un distrito estratégico a tropas gubernamentales, después de días de enfrentamientos en la provincia oriental de Nuristán.

En Barg-e Matal de Nuristán, decenas de rebeldes talibanes y hasta seis policías afganos murieron durante las jornadas de choques antes de que el distrito cayera en manos de los insurgentes en la madrugada.

Barg-e Matal es importante para el gobierno y la insurgencia por su ubicación y regularmente ha cambiado de manos.

Situado cerca de la frontera con Pakistán, el distrito ha sido usado como ruta de abastecimiento de armas y refuerzos para los combatientes talibanes en tres provincias, especialmente Badakhshan, donde lanzaron una serie de ataques recientemente.

Fuerzas de la policía afgana se retiraron de Barg-e Matal para evitar más bajas y debido a la creciente presión de los talibanes luego de días de escaramuzas, dijo a periodistas Zemarai Bashary, vocero del Ministerio del Interior.

Ahora las fuerzas policiales en Nuristán están trabajando para recapturarla, afirmó.

También en Afganistán, soldados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte intensificaron hoy la búsqueda de dos soldados estadunidenses desaparecidos desde el viernes en el este del país, mientras los talibanes aseguraron haber matado a uno y capturado al otro.

Dos días después de la desaparición de dos soldados de la marina estadunidense en la provincia de Logar, al sur de Kabul, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad de la OTAN dijo que no tenía nuevas informaciones sobre su paradero. Nos llevamos al soldado muerto y al capturado, y fueron conducidos a un lugar seguro. Ahora reivindicamos la responsabilidad del hecho, dijo Zabihulá Mujahid, vocero de los talibanes, en comunicación telefónica.

Publicaremos detalles más tarde, y su identidad. No hemos decidido su suerte, ni lo que queremos a cambio de su liberación, destacó.

Este domingo, las fuerzas internacionales seguían buscando a los dos soldados con helicópteros y vehículos en pueblos sospechosos de albergar a combatientes talibanes.

Los talibanes tienen secuestrado desde hace más de un año a un soldado estadunidense de 24 años, Bowe Bergdahl, el primero en ser capturado desde el inicio de la intervención internacional en Afganistán a finales de 2001. La desaparición de los dos soldados tiene lugar en momentos en que el jefe del Estado mayor estadounidense, el almirante Michael Mullen, se encuentra en Afganistán y cuando la presidencia estadunidense reaccionó con enojo por la publicación de informaciones secretas de la guerra en Afganistán en los diarios The New York Times, The Guardian de Londres, y en la revista alemana Der Spiegel.

Las informaciones difundidas en estos medios provienen de unos 92 mil documentos que fueron difundidos primero por el sitio en Internet Wikileaks, que reúne datos secretos oficiales de fuentes anónimas.

En estos archivos quedó de manifiesto que la situación militar en Afganistán es peor de lo que las fuentes oficiales reconocen.

Los tres medios describieron las misiones de la Task Force 373, unidad de élite estadunidense especializada en eliminar a líderes talibanes.

The New York Times publicó una versión que compromete a las autoridades paquistaníes por sus presunta tolerancia hacia el talibán afgano, apenas una semana después de que la secretaria estadunidense de Estado reclamó mayor cooperación a Islamabad.

Según esta publicación, los documentos filtrados revelan conversaciones secretas de estrategia y afirma que en ellas se organizan redes de grupos militantes que luchan contra soldados estadunidense en Afganistán e incluso hacen complots para asesinar a dirigentes afganos.

Estados Unidos condena firmemente la publicación de información clasificada por parte de personas y organizaciones que podrían poner las vidas de estadunidenses y nuestros aliados en riesgo, y amenazan nuestra seguridad, dijo James Jones, consejero en seguridad nacional de la Casa Blanca.