La Habana, 28 de julio. El Parlamento cubano analiza desde hoy, en comisiones, la difícil situación del país, en especial del precario desempeño de la economía, como preámbulo a la sesión plenaria que se celebrará el domingo entrante y en la que se espera un discurso del presidente Raúl Castro.

La reunión del Parlamento se realiza cuando Cuba atraviesa por una crisis de liquidez que detuvo los pagos a proveedores extranjeros, déficit comercial, la baja del precio de sus exportaciones y el desplome de la zafra azucarera.

Ante esta situación, se espera que Raúl Castro, quien se abstuvo el lunes de hablar en el acto por el 57 aniversario del asalto al cuartel Moncada, haga el domingo una referencia a las interrogantes sobre las reformas económicas que prometió hace cuatro años.

De acuerdo con medios locales, ministros y otros dirigentes informarán a los miembros de la Comisión Permanente de Asuntos Económicos sobre la ejecución del presupuesto del Estado en el primer semestre de 2010, la baja productividad en el trabajo y la sustitución de importaciones.

El Ministerio de Transporte informará a los parlamentarios sobre el experimento de arrendar taxis a los choferes, mientras el de Comercio Interior lo hará respecto del arrendamiento de barberías, programa que empezó a funcionar de forma experimental hace unos tres meses para estimular el deficiente sector de los servicios.

Las comisiones parlamentarias, 12 en total, examinarán también la producción y venta de agroalimentos, en el que existen quejas por insuficientes ofertas, altos precios y el mal estado de los productos por deficiente manipulación y transportación.

Otros temas a tratar es la planeada división en dos de la provincia de La Habana, un nuevo código de seguridad vial y un informe referente a las quejas, solicitudes y sugerencias de la población, entre otros puntos.

Mientras, el opositor Ariel Sigler llegó hoy a Miami para recibir tratamiento médico, seis semanas después de haberse convertido en el primer disidente cubano excarcelado como resultado del diálogo entre el gobierno de Raúl Castro y la Iglesia católica. De 47 años y parapléjico, recibió un visado humanitario de duración indefinida para viajar a Estados Unidos.

Por su parte, el ex presidente José María Aznar acusó al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero de empujar a los disidentes cubanos excarcelados por Raúl Castro a un destierro en España y de situarlos en un limbo jurídico.

La libertad no puede comprarse y menos a un precio tan barato como una nueva condena a la expatriación en un limbo jurídico y vital, dijo Aznar a un grupo de disidentes cubanos que recibió en la sede de la Fundación de Análisis y Estudios Sociales, el think tank del Partido Popular que él preside.