Viernes 30 de julio de 2010, p. 2
El desequilibrio en la actividad de los neurotransmisores dopamina y serotonina, así como el desarrollo irregular en la corteza frontal del cerebro explican, en parte, la esquizofrenia. Esto es lo que más se conoce de este padecimiento que afecta a un millón de mexicanos aproximadamente, informó Alejandro Díaz Anzaldúa, coordinador de la consulta externa vespertina del Instituto Nacional de Siquiatría Ramón de la Fuente Muñiz.
Advirtió sobre la importancia de obtener un diagnóstico temprano y tratamiento correcto a fin de evitar que los pacientes sufran una afectación neuronal mayor, debido a que el trastorno es crónico y degenerativo. Son muchos los problemas que aquejan a los pacientes, entre los principales, que transcurre un promedio de cinco a 10 años antes de llegar con un siquiatra que realmente los pueda ayudar.
La herencia, principal factor de riesgo
En conferencia de prensa, Díaz Anzaldúa indicó que sólo los siquiatras cuentan con el entrenamiento para realizar el diagnóstico correcto de la enfermedad, aunque son frecuentes los casos de personas que se pasaron varios años en terapias sicológicas o con medicamentos para otros males, como la epilepsia.
Dijo que el principal factor de riesgo para el desarrollo del trastorno es la herencia, y también influyen los factores ambientales, como que el individuo esté sometido a situaciones que le provoquen estrés, como la violencia.
En presencia de esquizofrenia el paciente pierde contacto con la realidad porque ve, huele, siente y escucha cosas que nadie más percibe (alucinaciones). Puede tener delirios o creencias falsas que cambian su conducta, como sentirse personaje famoso o pensar que es víctima de acoso, espionaje o engaño.
Los afectados se deprimen, tienden al aislamiento y, en general, tienen severos problemas para relacionarse con los demás, indicó el especialista.