La situación ha evolucionado, sostiene Tarcisio Navarrete
El diplomático regresará a la embajada de México en Tegucigalpa
Domingo 1º de agosto de 2010, p. 6
El embajador de México en Honduras, Tarcisio Navarrete, negó ayer que la normalización de relaciones diplomáticas entre ambos países implique un aval del gobierno del presidente Felipe Calderón al golpe de Estado perpetrado contra el ex mandatario José Manuel Zelaya el 28 de junio de 2009.
En entrevista con este diario, destacó que en el transcurso de los 13 meses recientes la situación en la nación centroamericana ha evolucionado, y llamó la atención sobre el hecho de que el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, y el ex presidente Zelaya han dialogado con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, y que los dos han mostrado una posición muy comprometida con su país, que permite buscar caminos hacia la reconciliación nacional.
El embajador manifestó que la decisión del Sistema de Integración Centroamericana de aceptar el retorno de Honduras a su seno, creó un ambiente favorable para que México adoptara la decisión de normalizar las relaciones diplomáticas con ese país.
Agregó que a ello también contribuyó el informe de la comisión de alto nivel de la OEA sobre Honduras, que muestra avances importantes en la atención de la problemática derivada del golpe de Estado.
Tarcisio Navarrete reiteró el rechazo del gobierno de México a la irrupción militar ocurrida en Honduras y su deseo porque no vuelva a ocurrir.
Resaltó que las relaciones con Honduras nunca estuvieron rotas. Se llamó al embajador a consultas por el golpe de Estado, pero se mantuvo un encargado de negocios, puntualizó.
En vísperas de su viaje a Tegucigalpa, el diplomático manifestó su intención de establecer contacto lo más rápido posible con el canciller de Honduras y, en su momento, con el presidente Lobo con el propósito de expresar el interés de México por mantener una relación cercana y fuerte.