Funcionario recomienda que financiación, servicios y pensiones estén separados
ejemplopara reformar el sistema de salud
El IMSS fue extraordinario para su época pero ahora su viabilidad es limitada, dice
Domingo 1º de agosto de 2010, p. 29
El financiamiento y la provisión de los servicios de salud deberían estar separados. También aparte tendría que manejarse el resto de las prestaciones de la seguridad social, como las pensiones. Con ello se garantizaría la viabilidad del sistema en el largo plazo, afirmó David García Junco, director de Afiliación y Cobranza de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud (CNPSS).
Planteó que el sistema nacional de salud tendrá que avanzar en esa ruta y tomar como modelo la experiencia del Seguro Popular. Lo que ahora vemos es que las instituciones de seguridad social resultan altamente costosas para el Estado y los resultados en términos de salud de sus afiliados no son extraordinarios
.
En entrevista, el funcionario señaló que organismos como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) –creado hace más de seis décadas– fueron extraordinarios en aquella época, pero ahora la sociedad ha cambiado, su viabilidad financiera es muy limitada, y por eso, tenemos que repensar nuestro sistema de salud
.
Según el responsable de la inscripción de personas al Seguro Popular, los esquemas vinculados al estatus laboral de los individuos son limitados y excluyentes, pues impiden garantizar el ejercicio del derecho a la protección de la salud, plasmado en la Constitución.
Esa fue la razón de que durante décadas el país no haya cumplido con tal precepto. Sólo a partir de que empezó a operar el Seguro Popular, en enero de 2004, se ha podido hacer realidad esa garantía fundamental, indicó.
De acuerdo con especialistas, tampoco el Seguro Popular tendría que ser el modelo a seguir, porque sólo ofrece el acceso a un paquete básico de servicios pero es limitado en la atención médica del tercer nivel, donde se tratan padecimientos graves y de alto costo, como el cáncer.
El Seguro Popular garantiza la cobertura de algunos de esos padecimientos a través del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, y el mismo secretario de Salud, José Ángel Córdova, reconoció hace unas semanas que sólo mediante una nueva reforma a la Ley General de Salud se podría cubrir la totalidad de afecciones que llevan a las familias a enfrentar gastos catastróficos.
A la fecha se han inscrito al Seguro Popular 37 millones de personas, y en lo que va del año la afiliación ha sido mucho mayor, un millón de individuos por mes. Hasta 2009, el promedio era de 5 a 6 millones por año, señaló García Junco.
Explicó que actualmente existe una gran movilidad en una franja de la economía, donde las personas van y vienen del llamado sector formal al informal. Ese dinamismo siempre va a estar presente y las instituciones tendrían que adecuarse a fin de poder hacer efectivos los derechos fundamentales, como el de la salud.
También es cierto, admitió, que en todos los sistemas de salud hay problemas financieros. Por eso la importancia de cambiar hacia esquemas innovadores, dijo, y puso de ejemplo el Seguro Popular, el cual no es un prestador de servicios sino un mecanismo financiero.
Resaltó que la estructura del Seguro Popular, concebido como el tercer pilar
del sistema nacional de salud, ha permitido mitigar muchos de los rezagos históricos que existían en el sector, principalmente de infraestructura, y personal médico, entre otros
.
De ahí la importancia de que la sociedad en su conjunto participe en la discusión y análisis de la ruta que debería seguir el sector salud y cómo transitar hacia ella, apuntó García Junco.