Lima. La provincia La Convención, en el sur de Perú, se encuentra paralizada por una protesta de los habitantes, quienes se niegan a que el gas que se produce en la zona de Camisea sea exportado antes de que se asegure el suministro en el país, informaron autoridades regionales. Perú empezó a exportar gas a México en junio pasado, en medio de protestas de la población del sureste y un fuerte debate nacional por la posibilidad de que el mercado interno se viera afectado. Adicionalmente hay denuncias de que el gas se exporta a un precio menor al que pagan la industria y otros consumidores locales. Repsol lo compra a 0.53 dólares y lo revende a México a 9.45 dólares por millón de BTU, lo que le permitirá obtener ganancias durante los 15 años que dura el contrato con la Comisión Federal de Electricidad por 15 mil millones de dólares. Los manifestantes, quienes mantienen una protesta indefinida desde la semana pasada, provocaron la ruptura de la fibra óptica del sistema de monitoreo de la Transportadora de Gas del Perú y pretendieron tomar una estación de gas.