La poca movilidad en el mercado laboral debido a que la gente retrasa su jubilación por la precariedad de las pensiones, la falta de una política industrial y de vinculación con el sector educativo, así como el desmantelamiento del campo explican la sobreoferta de trabajadores jóvenes que hay en México, que los obliga a aceptar salarios de hambre y un nuevo tipo de exclavitud en tanto carecen de seguridad social y otros derechos laborales, aseveraron especialistas investigadores en economía laboral de diversas instituciones.

Mientras el gobierno del presidente Felipe Calderón no ha apoyado a los jóvenes, como demuestra el rotundo fracaso del llamado programa del primer empleo, rechazado incluso por los empresarios debido a su diseño burocrático, el narcotráfico se perfila como una nueva rama económica que les brinda trabajo, señalaron Alfonso Bouzas y Alejandro Vega, investigadores del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México y del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (Cilas), respectivamente.

La gran paradoja actual es que están más preparados que sus padres, pero padecen peores condiciones de trabajo, por lo que el gran bono demográfico –el mayor número de personas menores de 30 años en la historia del país–, puede convertirse en una pesadilla ante el creciente desempleo, advirtió Teresa Lanzagorta, de Servicios a la Juventud (Seraj).

Los empresarios son los principales responsables de la generación de empleos, pero pese a todas las facilidades que las autoridades les han brindado, como la exención de impuestos o la creación de grandes parques industriales con presupuesto público y todos los servicios, no lo han hecho ni porque los jóvenes les redituarían utilidades, ya que se rigen por una visión cortoplacista para obtener ganancias inmediatas, aseveraron Alejandro Vega y Gustavo Rodarte, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).

El sector privado está acostumbrado al paternalismo estatal, es muy apático y ni siquiera es solidario con los jóvenes, por lo que aun los más preparados tienen que conformarse con ser vendedores de mostrador o telefonistas de un call center, destacó Rodarte.

Fuera del programa del primer empleo, dijo, hay otros proyectos que brindan muchas facilidades a los empresarios, pero no los han aprovechado.

Los jóvenes menos calificados tienen más oportunidad de conseguir un empleo que quienes poseen un posgrado, aunque los trabajos actuales constituyen un nuevo tipo de esclavitud, porque uno debe sujetarse a horarios movibles, salarios por hora y muy bajos, sin prestaciones sociales, ejemplificó Bouzas.

Ha habido pérdida de calificación en los empleos, ya que cuanto mayor es la calificación de los trabajadores jóvenes tienen menor calidad de los empleos y salarios bajos”, remarcó Alejandro Vega.

El investigador del Cilas explicó que el desempleo se ha agudizado porque no se han creado nuevas plazas y no hay movilidad en el mercado laboral, por ello los jóvenes han sido los más afectados por el desempleo en la reciente crisis financiera.

Hasta hace unas décadas los trabajadores se jubilaban y dejaban sus puestos de trabajo a las nuevas generaciones, pero actualmente la precariedad de las pensiones obliga a la mayoría de la gente a trabajar hasta edades muy avanzadas.

El presidente del Colegio Nacional de Economistas, Jesús Alberto Cano Vélez, señaló que el principal motor para generar empleos siempre será el crecimiento económico y que el gobierno puede impulsar el crecimiento y la generación de empleos. No olvidemos que representa la quinta parte de la economía, finalizó.