Seúl, 16 de agosto. Estados Unidos y Corea del Sur iniciaron este lunes una nueva serie de maniobras conjuntas que se extenderán durante diez días en la parte meridional de la península, pese a la oposición de China y a las amenazas de represalias de Corea del Norte.

Las maniobras militares anuales de gran escala se llevan a cabo con el objetivo de mantener la seguridad y la postura de defensa conjunta de los dos países, indicó el estado Mayor Conjunto sudcoreano.

Explicó que los ejercicios de este año, que llevan el nombre de Ulchi Freedom Guardian, en los que participan unos 56 mil soldados sudcoreanos y 30 mil efectivos estadunidenses, están diseñados para concentrarse en la gestión de crisis frente a provocaciones asimétricas locales.

El general Walter Sharp, comandante de los 28 mil 500 soldados acantonados en Corea del Sur, calificó que éstos son uno de los mayores ejercicios comunes de simulacro nunca antes realizados en el mundo.

Además, el Comando de las Fuerzas Combinadas de Corea del Sur y de Estados Unidos también realizará ejercicios antiterroristas, en preparación de la cumbre del Grupo de los Veinte, programada para noviembre en Seúl.

Los ejercicios militares forman parte de una serie de maniobras lanzadas por Seúl –solo o conjuntamente con Washington– tras el naufragio de una de sus corbetas en marzo pasado, atribuido por una comisión investigadora internacional a un torpedo norcoreano.

Corea del Norte, que ha negado estar implicada en el naufragio del buque, dijo ayer que las maniobras preparan una invasión militar, pero sostuvo que la respuesta militar norcoreana será el más severo castigo jamás infligido a nadie en el mundo.

China, a su vez, ha expresado su preocupación por este tipo de ejercicios que podrían agravar las tensiones regionales, y el viernes pasado estimó que la decisión estadunidense de utilizar un portaviones en estas maniobras constituye una nueva provocación.