Rechazan ONU y el Vaticano esas medidas discriminatorias
Sábado 21 de agosto de 2010, p. 24
París 20 de agosto. A pesar de fuertes críticas internacionales y al interior del país, Francia continuó hoy con la repatriación de gitanos de su territorio al enviar 124 miembros de la etnia romaní al aeropuerto Timisoara en el oeste de Rumania, según cifras de la policía fronteriza rumana, y 13 gitanos búlgaros a Sofía, anunció la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores búlgaro, Vesela Cherneva.
Mientras la oposición acusaba al conservador Nicolás Sarkozy de racismo de Estado
y Rumania expresaba preocupación, el ministro de Inmigración e Identidad Nacional, Eric Besson, había anunciado una segunda expulsión en menos de 48 horas en la que otros 139 gitanos sería repatriados en avión, tras la expulsión de 86 personas el pasado jueves.
Para el presidente rumano Traian Basescu, lo que está ocurriendo en Francia prueba la necesidad de un programa europeo de integración
, pedido que Bucarest viene formulando desde 2008.
Por su parte, Naciones Unidas criticó con severidad a Francia por establecer una relación entre inmigración y seguridad.
En Ciudad del Vaticano, el secretario del Consejo Pontificial para Migrantes y Personas en Desplazamiento, Agostino Marchetto, dijo que las expulsiones en masa de gitanos de Francia van contra las normas europeas
y que no se puede generalizar. Hay un principio de proporcionalidad en las reacciones que se pueden tener ante los delincuentes, pero no se puede generalizar y tomar un grupo entero de personas y expulsarlo
.
En Estados Unidos, el diario New York Times acusó a Sarkozy de fomentar peligrosamente los sentimientos antimigrantes
Está previsto que las expulsiones se intensifiquen en las próximas semanas. Los ciudadanos búlgaros o rumanos, miembros de la Unión Europea, no pueden permanecer más de tres meses en territorio francés si no tienen contrato de trabajo o si no estudian, pero tienen la posibilidad de volver.