Cuernavaca, Mor., 22 de agosto. Un incendio consumió por lo menos 60 por ciento del mercado central Adolfo López Mateos, ubicado a unas cuadras del zócalo de esta capital, lo que dejó sin patrimonio a cerca de mil de los 2 mil 800 comerciantes de esta central de abasto.

No se reportaron muertos ni lesionados, Dos bomberos se intoxicaron, pero se informó que se encuentran estables.

El director de Protección Civil estatal, Basiliso Miranda Román, sostuvo que las pérdidas económicas aún no podían calcularse y que se desconocía la causa del fuego.

Sin embargo, los comerciantes dijeron que la conflagración pudo deberse a un cortocircuito, pues todos los locales tenían conexiones irregulares a la red de de electricidad. Tampoco descartaron que la causa haya sido una veladora en el altar instalado en la nave principal.

Aseguraron que en la cisterna del mercado no había agua y que a los bomberos del municipio y del estado les faltaron carros-cisternas, así como coordinación y pericia para combatir las llamas.

Por ello, un centenar de comerciantes intentaron ayudar con sólo cubetas de agua.

Después del incendio, el gobernador panista Marco Antonio Adame Castillo y el alcalde de Cuernavaca, el priísta Manuel Martínez Garrigós, recorrieron la zona afectada y prometieron cubrir al ciento por ciento las pérdidas de cada uno de los comerciantes.

Emilio Rosas Rico, secretario general de la Unión de Comerciantes del mercado, aseguró que hay 2 mil 800 vendedores (locatarios, fijos, semifijos y ambulantes), de los cuales unos mil perdieron su mercancía.

Calculó que unos 400 locales se quemaron por completo y los otros 600 sufrieron daños, mientras en el resto sólo se quemó parte de la mercancía que dejaron en los pasillos de la nave principal.

Varios comerciantes reconocieron que el mercado era desde hace mucho un polvorín, pero las autoridades no pusieron orden y cada administración municipal ha contribuido más al desorden, al permitir que aumente el número de comerciantes.

“Todos estamos colgados (de la red de energía eléctrica). Yo creo que fue un cortocircuito. Hay mucha inseguridad. Ni el ayuntamiento ni el gobierno del estado ponen reglas. Todos estamos amontonados”, dijo el vendedor Ernesto Villalobos Hernández.

Exigió que el gobierno municipal los ayude a regularizar el servicio de electricidad, y que Protección Civil haga un dictamen para determinar si la estructura de la nave central y del resto del mercado aún es segura o si deberá demolerse.