Producto de la falta de difusión, algunos padres de familia que tienen hijos en escuelas públicas y privadas de nivel básico no conocen los lineamientos que anunciaron la semana pasada los titulares de las secretarías de Salud (Ssa) y de Educación Pública (SEP), José Ángel Córdova y Alonso Lujambio, respectivamente, que restringen la venta de productos chatarra y bebidas en los planteles, pero a partir de enero de 2011.

Me enteré por mi hija que iban a dejar de vender golosinas, pero no sé realmente cómo están las medidas. Espero que con el regreso a clases los maestros nos den más información, porque no sabemos qué van expender a nuestros hijos en las cooperativas, manifestó Marcos Jiménez, quien tiene dos hijos en primaria.

Otras personas consultadas respondieron que saben que a partir de este lunes se prohibiría en su totalidad la venta de dichos productos, cuando en realidad únicamente serán restringidos, ya que las cooperativas seguirán comercializando el próximo año 9 por ciento de frituras y 50 por ciento de pastelillos y galletas, así como refrescos con edulcorantes, a estudiantes de secundaria.

¿No que ya no los iban vender? Ahora salen con que hasta el otro año. Entonces, ¿de qué se trata? ¿No andan diciendo (las autoridades) que los niños están gordos, y todavía les van dejar que sigan comprando papas y refrescos?, comentó Mayra Corchado.

Al respecto, su hija Deyna, quien tiene 10 años e iniciará hoy el sexto grado de primaria, señaló que antes de salir de vacaciones la cooperativa de la escuela donde estudia expendía pizzas, tortas de milanesa, jugos, galletas, pastelillos y bebidas gaseosas, pero los refrescos sólo los venden a los maestros.

El secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Heladio Verver (PRD), comentó que, en principio, hubo buenas intenciones de José Ángel Córdova para erradicar de las escuelas la venta de productos chatarra. Sin embargo, apuntó, al final tuvo que intervenir el secretario de Economía, Bruno Ferrari, para ponerlo en la dimensión de nuestro país, de que es más trascendente el poder económico de la comida chatarra industrializada que la salud de las personas, porque estamos hablando de un negocio que representa alrededor de 12 mil millones de pesos al año; es por la venta de estos productos en el mercado.

Entrevistados al respecto, algunos propietarios de tiendas cercanas a escuelas indicaron que cuando los menores salen de los planteles lo que consumen principalmente son galletas, papas, pastelillos de chocolate y refrescos de cola.

Miguel, quien tiene un establecimiento cerca de una primaria pública, comentó: No hay más. Cuando a un niño le dan dinero, lo utiliza para dos cosas: o sale corriendo a la tienda a comprar los productos que más le gustan, o se lo gasta en videojuegos.