En el panorama de opulencia que caracteriza al complejo Santa Fe, más de 20 esculturas de reconocidos artistas fueron colocadas a lo largo de la avenida Vasco de Quiroga, una de las principales vías de acceso a ese lugar, y a las cuales los vecinos de las zonas populares aledañas amagan con derribar, pues en lugar de mejorar las vialidades o el drenaje de sus calles se gastan el dinero en esas obras.

Las figuras están hechas de acero al carbón, van desde los tres hasta los siete metros de altura y cada una de ellas tiene inscrito en la parte inferior el nombre de su creador: Gabriel Macotela, Fernando González Gortázar, Mariana Lascaris, Francisco Castro Leñero y Roger Von Gunten, entre otros. Están cubiertas por plásticos negros, en espera de que en estos días sean inauguradas formalmente.

Ayer, al pie de las dos esculturas localizadas sobre la glorieta Vasco de Quiroga, se reunieron decenas de vecinos de colonias como Tlapechico, Tecolalco, El Pirul, Carlos A. Madrazo y Gamitos.

Este punto permite observar los contrastes entre opulencia y pobreza. Hacia el poniente de la avenida Vasco de Quiroga pueden verse avenidas adoquinadas, arboladas, con elementos de seguridad por todos lados, edificios inteligentes de grandes corporativos o condominios residenciales de millones de dólares.

En cambio, hacia el extremo oriente de la misma vialidad, hay calles estrechas y llenas de baches, coladeras abiertas, luminarias rotas, viviendas pauperizadas, algunas de ellas colindando con un río que arrastra basura y aguas negras vertidas desde aquellos desarrollos inmobiliarios, según denunciaron los vecinos.

José Mora, colono de la zona desde hace muchos años, se queja de que la asociación de residentes de Santa Fe recibe recursos del gobierno capitalino, pero sólo para mejorar la zona residencial y de corporativos, y que no destinan un solo peso a las calles circunvecinas y que son las que a diario ocupa esa gente para llegar a sus casas, escuelas u oficinas, y ahora hasta ponen estatuas.

Por eso, asegura que de no atenderse su reclamo de destinar dinero de esas grandes compañías para mejorar el entorno de las zonas populares aledañas, derribarán las obras, las cuales califica otro vecino de las esculturas de la ignominia.

Cada una de esa veintena de obras está colocada sobre un basamento de acero, y en su parte baja se observan tres logotipos: uno de Colonos Santa Fe, otro de la Universidad Iberoamericana y el último de la Secretaría de Cultura del Distrito Federal.

En la reunión participó el diputado del PRD Leonel Luna, quien ayer se comprometió a iniciar con ellos una gran cruzada por el desarrollo de esta zona tan lastimada, por lo que presionará para que ya no se le dé dinero al Fideicomiso Santa Fe y se puedan recuperar espacios que se han apropiado varios particulares en detrimento de la gente de las zonas populares.