a está aquí, ya llegó, ya se instaló la cuarta feria de logros virtuales, éxitos mediáticos, golazos al crimen organizado, discursos triunfalistas y faraónico show, en vivo y a todo color desde Palacio Nacional, durante el cual se anunciará –como en las tres ocasiones anteriores– que ahora sí, y que nadie lo dude, el futuro de los mexicanos es más venturoso que nunca, que vamos por el rumbo correcto y que las promesas de campaña no sólo se cumplen con toda puntualidad, sino que el inquilino de Los Pinos se ha excedido en este renglón por el bien de la patria. Es la cuarta tanda al hilo del cuentacuentos, que arrancó, como ya es costumbre, con video mensajes previos al (autodenominado) informe de gobierno a entregarse el primer día de septiembre en el Congreso, y a pronunciarse 24 horas después en el selecto ceremonial que para el efecto organiza Felipe Calderón.

Por cuarto año consecutivo se les preguntará a los mexicanos: ¿le creen a Calderón?, y por cuarto año consecutivo la respuesta será la misma (¡de ninguna manera!). Por ejemplo, en los video mensajes correspondientes al (autodenominado) cuarto Informe de gobierno, el inquilino de Los Pinos, en su calidad de patético locutor de sus propios éxitos, sale a cuadro para presumir que “hace cuatro años me comprometí a alcanzar la cobertura universal de salud para cualquier mexicana o mexicano que lo necesite… Al inicio de mi gobierno había menos de 16 millones mexicanos con Seguro Popular… hoy más de 37 millones de mexicanos están inscritos en el Seguro Popular, y ahora pueden cuidar su salud y su patrimonio… si sumamos al día de hoy todas las personas que ya tienen algún tipo de seguro médico, como el IMSS, el ISSSTE o el Seguro Popular, hemos logrado una cobertura para más de 90 millones de mexicanos y seguiremos trabajando hasta alcanzar la cobertura universal… en salud México tiene un rumbo claro…”

Pues bien, en el (autodenominado) tercer Informe de gobierno el mismo video mensaje relativo a la salud pregonaba lo siguiente: “los mexicanos estamos alcanzando la cobertura universal de salud. Hoy, gracias a que se ha triplicado el presupuesto del Seguro Popular en tres años, 10 millones de familias que no pertenecen al Seguro Social o al ISSSTE ya pueden tener un seguro que cubra sus gastos médicos y tengan los servicios de salud que se merecen, sin tener que endeudarse…”. En aquella ocasión, México SA apuntó lo siguiente: de acuerdo con el Inegi, cada familia mexicana está conformada por 4.3 integrantes, en promedio; entonces, si el Seguro Popular atiende a 10 millones de familias (como aseguraba Calderón), el IMSS a 13.9 millones y el ISSSTE a 2.5 millones, resulta que en 2009 más de 113.5 millones de mexicanos tenían cobertura universal de salud, aunque oficialmente en ese entonces el país estaba habitado por poco más de 107 millones de personas, de tal suerte que la jocosa fábula calderonista se excedió por algo así como 6 millones de paisanos no natos.

En su video mensaje de 2010 repite el fracasado numerito de magia, pero en lugar de familias en esta ocasión habla del número de mexicanos. Con la misma información del Inegi se establece que 37 millones de paisanos se agrupan en poco más de 8 millones 600 mil familias, de tal suerte que –según las exitosas cifras calderonistas– la cobertura universal se habría reducido en un millón 400 mil familias con respecto a su informe de 2009. Y si la operación aritmética se hace ya no con número de familias sino con número de mexicanos, entonces éste se habría desplomado de los 113.5 millones presumidos el año pasado (incluidos los no natos) a 54 millones en el presente, o lo que es lo mismo, un derrumbe cercano a 52 por ciento.

La anterior es una muestra del informe shalalalá que difundirá en el faraónico show que, de nueva cuenta, encabezará el próximo 2 de septiembre. Otro botón mágico es el video mensaje en materia económica. Dice así: el último año fue muy difícil para todos, porque enfrentamos la peor crisis económica del mundo. Sin embargo, nuestra economía ya se está recuperando. De enero a junio se crearon más de medio millón de empleos nuevos registrados en el Seguro Social, y nuestras exportaciones siguen creciendo. Sé que aún no es suficiente, pero vamos por buen camino. Seguiremos trabajando para crear más empleos para ti y tu familia.

Medio millón de empleos formales (eventuales 45 por ciento de ellos) no alcanzan ni para la botana. Qué bueno que medio millón adicional de mexicanos cuenten con empleo (si es que son nuevos, porque muchos de los anunciados en realidad son empleos ya existentes, pero de nuevo registro en el IMSS), pero a estas alturas del calderonato la generación acumulada de empleos formales debería aproximarse a 4 millones 400 mil, de tal suerte que lo que Calderón presume en su video mensaje significa que de cada 100 mexicanos que intentaron colocarse en el mercado laboral de la economía formal, sólo 12 lo lograron, y a saber en qué condiciones. Entonces, nada hay que presumir, por el contrario. De hecho, cuatro días atrás el propio Inegi informó que en julio pasado la tasa de desocupación en el país se incrementó a 5.7 por ciento de la población económicamente activa, contra 5.05 por ciento el mes previo, diferencia que implica el lamentable hecho de que en el séptimo mes de 2010 alrededor de 300 mil mexicanos adicionales se incorporaron al ejército de reserva, o lo que es lo mismo al desempleo, para sumar 2 millones 680 mil paisanos en esa circunstancia.

El locutor de Los Pinos también habla de la exitosa política de infraestructura carretera, es decir, la que implementa la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, o lo que es lo mismo, la dependencia del Ejecutivo que mayor subejercicio presupuestal reporta, precisamente, en infraestructura carretera. Y un video mensaje obligado es el que aborda el tema de la inseguridad. Es igual de malo que los tres citados anteriormente, pero sirve de botana para entender los éxitos y logros que sacará de su abolladísima chistera el próximo 2 de septiembre, en el cuarto show al hilo del cuentacuentos de la continuidad (rating garantizado).

Las rebanadas del pastel

Dice el avezado Juan Molinar Horcasitas (algunos insisten en que despacha en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes) que lo de Mexicana de Aviación no es quiebra. ¿Qué será, entonces? ¿Vacaciones? ¿Catarrito? ¿O qué, concretamente?

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