Martes 31 de agosto de 2010, p. 37
Los conductores de vehículos públicos de pasajeros, individuales o colectivos, que lleven vidrios polarizados, oscurecidos o con aditamentos u objetos distintos a las calcomanías reglamentarias, no sólo se harán acreedores a una multa económica, sino a que la unidad sea llevada al corralón, dio a conocer Luis Rosales Gamboa, encargado del despacho de la Subsecretaría de Control de Tránsito de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal.
En conferencia de prensa, dijo que esta medida se tomó para garantizar la integridad física y patrimonial de los pasajeros. Explicó que para ello se hicieron modificaciones al artículo 23 del Reglamento de Tránsito Metropolitano en su fracción III, publicadas en la Gaceta Oficial del Distrito Federal, que entraron en vigor el pasado 20 de agosto.
Manifestó que los conductores de transporte público que violen ese artículo serán acreedores a una multa de 10 días de salario mínimo vigente en el Distrito Federal, equivalentes a 570 pesos, más la remisión de la unidad al depósito vehicular, lo que tiene un costo por arrastre de 508 pesos.