La aplicación de pruebas estandarizadas no es más que una simulación que busca ocultar el desastre educativo en que se ha convertido el sistema nacional de formación básica, aseguraron especialistas.

Agregaron que dichos exámenes no son el mejor mecanismo para conocer el grado de aprovechamiento escolar, mucho menos qué sabe y qué tan significativo es el conocimiento que ha adquirido un alumno.

Tatiana Coll, catedrática de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), destacó que tras cinco años de aplicarse la Evaluación Nacional de Logro Académico en los Centros Escolares (Enlace), sólo ha reflejado mejora de 3 a 4 por ciento en los índices de aprovechamiento, que es el promedio mundial para las pruebas estandarizadas, pues los estudiantes, después de dos o tres evaluaciones, se acostumbran al mecanismo y hay una leve mejoría porque han aprendido a responder, aunque ello no significa que tengan más y mejores conocimientos.

Antes de que la Secretaría de Educación Pública diera a conocer los resultados de Enlace 2010, aplicada a 13 millones de alumnos de educación básica y bachillerato, señaló que las primeras ocasiones en que un alumno se enfrenta a la prueba se genera cierto grado de dificultad e incluso temor, pero en la medida en que se van acostumbrando a su aplicación, a conocer cómo se organizan las preguntas, tras semanas e incluso meses de entrenamiento por sus maestros, se alcanza una leve y pequeña mejoría en los resultados, pero es sólo como parte del proceso de ensayo y error.

Agregó que la crítica mundial a las pruebas censales, que se aplican a la mayoría de la población escolar, es que con este mecanismo de respuesta y organización de contenidos lo que se genera es un entrenamiento del alumno.

Coll, experta en sociología de la educación, enfatizó que la recomendación mundial para las pruebas estandarizadas es nunca asociarla a estímulos económicos para los docentes, pues se corre el riesgo de pervertir aún más el proceso.

Sin embargo, afirmó, en México se hace justo lo opuesto. Se da dinero a quienes tienen grupos con los mejores resultados, lo que ha hecho que muchos profesores prefieran entrenar la prueba antes que atender los contenidos curriculares.

Teresa Farfán, catedrática de la Universidad Autónoma Metropolitana, expresó que es lamentable que después de cinco años de aplicación sólo contemos con Enlace para evaluar los aprendizajes, y ello con muchas limitaciones, pues no podemos quedarnos con una sola herramienta de diagnóstico cuando el proceso de aprendizaje y la generación de conocimiento es tan complejo.

Añadió que a escala mundial la aplicación de pruebas estandarizadas no es la única opción para evaluar qué tanto aprende un alumno o si tiene determinadas habilidades y competencias.