Se quejan de que los militares no han impedido el pillaje; anuncian desalojos por la fuerza
Miércoles 8 de septiembre de 2010, p. 33
Tlacotalpan, Ver., 7 de septiembre. ¿Sabe nadar? Si no, mejor no se arriesgue
, dice Milla Vicario de Lara mientras lava ropa en una cubeta en el albergue del Centro Tecnológico del Mar, en Alvarado, convertido en el más grande refugio de damnificados en la cuenca del río Papaloapan.
No exagera: la única forma de llegar a Tlacotalpan es en lancha y bajo su propio riesgo
, según advierten soldados, marinos y taxistas que acercan a los insistentes a la congregación de Buena Vista, municipio de Alvarado, para ahí negociar el viaje en lanchas endebles, sin chalecos salvavidas y sin provisiones.
El recorrido de Buena Vista a Tlacotalpan en una lanchas con motor fuera de borda dura dos horas en promedio debido a las fuertes corrientes.
Qué tristeza ver Tlacotalpan así
, dice Gilberto Ponce Reyes cuando divisa la ciudad. Lo acompañan otros lugareños empeñados en que el resto de sus familiares abandonen las casas donde el agua les llega casi a las rodillas.
Es inútil. Sofía, una de las que se quedaron, duerme a un pequeño en una hamaca suspendida en medio de la sala inundada de su casa y sólo sonríe: No puedo. Tengo mis animales; ni modo que los deje
. Tiene un par de puercos en sendas lanchitas de remos, por si hay que salir
. Asegura que su marido anda vaqueando
, es decir, lleva el ganado a zonas altas.
En los tres albergues que el gobierno del estado instaló en Alvarado se concentran unas 2 mil 800 personas, según cifras que no terminan de cuadrar porque la gente sale y entra y muchos se las arreglan para ir a Tlacotalpan a ver cómo andan las cosas
.
Pero la situación ha empeorado: Javier Valero, pescador que ha usado su lancha para sacar de la zona a varias familias, así como animales de corral y hasta caballos, afirma que los soldados no vigilan
y los saqueos de viviendas se multiplican.
Los tlacotalpeños, que se conocen, saben quiénes han quedado refugiados en sus casas, abastecidos con lo mínimo; por las noches montan guardias con escopetas y rifles de caza.
Mauricio Aguirre explica que la gente decidió quedarse a pesar de que la Armada de México advirtió que la desalojará a la fuerza
en unas horas, pues se prevé un nuevo golpe de agua causado por otro desfogue de la presa Cerro de Oro.
Este embalse está a 97.1 por ciento de su capacidad y la presa Temazcal a 86.9 por ciento, por lo que seguirán desfogando mil 100 y 800 metros cúbicos por segundo, respectivamente, a fin de no poner en peligro la estructura de las cortinas, informó José Llanos Arias, jefe de Hidrometeorología de la Comisión Nacional del Agua.
En Minatitlán, la alcaldesa Guadalupe Porras David informó que en las zonas bajas del municipio el río Coatzacoalcos alcanzó tres metros de altura y anegó 3 mil 725 viviendas y establecimientos comerciales, entre ellos dos mercados. Calculó en más de 120 mil el número de personas afectadas por las inundaciones y dijo que unas 8 mil han sido desalojadas de 13 colonias de la ciudad.
Agregó que se dio la alerta de por un golpe de agua
en las próximas 36 a 48 horas, por lo que desde el lunes se evacuaron 16 colonias y ejidos.
En el norte del estado, los aguaceros provocados por la tormenta trópical Hermine provocaron el desbordamiento de varios ríos y arroyos en la Huasteca, lo que dejó incomunicados 40 poblados e inundó tres, informaron autoridades municipales.
El secretario de Educación de Veracruz, Víctor Arredondo Álvarez, informó que hay daños en 300 planteles de 28 municipios, donde las clases siguen suspendidas. Indicó que 40 escuelas son usadas como refugios.
Con información de Andrés T. Morales y Jesús Lastra Ríos, corresponsales