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Tomar B6, B12 y B9 retrasa la contracción cerebral que ocurre con la edad, dicen científicos

Vitaminas B reducen la demencia senil hasta en 50%, revelan en GB

Aunque es un hallazgo dramático e impactante, aún no recomiendan que personas mayores consuman los suplementos

El estudio, realizado en Oxford, se publicó en la revista PLoS

The Independent
Periódico La Jornada
Viernes 10 de septiembre de 2010, p. 2

Científicos han develado el arma más reciente en la batalla contra la enfermedad de Alzheimer: una humilde vitamina.

Investigadores de la Universidad de Oxford han descubierto que tomar tabletas de tres vitaminas B cada día retrasa la contracción del cerebro que ocurre con la edad y causa signos tempranos de demencia, como pérdida de la memoria.

En una prueba a dos años, el suplemento vitamínico retrasó la tasa de atrofia cerebral a la mitad en un grupo de personas de edad, que tenían un encogimiento cerebral de más de 30 por ciento.

Los exámenes cognitivos mostraron que quienes tenían menor encogimiento obtuvieron mejores resultados.

Una píldora vitamínica que retrasara la decadencia mental asociada a la edad tendría implicaciones colosales. Alrededor de 1.5 millones de personas en el Reino Unido, 14 millones en Europa y 5 millones en Estados Unidos tienen problemas de memoria, lenguaje u otras funciones mentales, conocidos como discapacidad cognitiva leve (DCL), de los cuales la mitad desarrollan Alzheimer o alguna otra forma de demencia en el curso de cinco años. Incluso un pequeño retraso de este proceso tendría inmensos beneficios humanos y económicos.

Sin embargo, los investigadores advirtieron que es muy pronto para recomendar que personas mayores con lagunas de memoria tomen suplementos de vitamina B, en tanto nuevos estudios no confirmen los beneficios y aquilaten riesgos.

En puerta, nuevo estudio

En la prueba se usaron dosis altas, de unas 300 veces la ingesta recomendada de B12 y cuatro veces los niveles recomendados de ácido fólico. Esto significa, indicaron los investigadores, que se usaron como fármaco y no como suplemento nutritivo, por lo cual se requieren mayores pruebas de seguridad. Ahora buscan financiamiento para un nuevo examen.

Las vitaminas B se encuentran en la carne, los granos enteros, las papas y la levadura. Fomentan el crecimiento y la división de las células, refuerzan el sistema inmune y mantienen piel y huesos saludables.

Alimentos procesados, como el azúcar refinada y la harina blanca, contienen menores niveles de vitaminas B, y las personas mayores que tienen una dieta limitada pueden padecer deficiencia de ellas. Los niveles bajos son comunes en poblaciones occidentales. Sin embargo, tomar suplementos de vitamina B en dosis altas puede ser peligroso. Existen ocho vitaminas B, pero sólo tres se usaron en el estudio: B6, B12 y ácido fólico (B9).

La investigación de Oxford, llevada a cabo en asociación con colegas en Noruega, se realizó con 168 personas con DCL, la mitad de las cuales recibieron dosis diarias de esas tres vitaminas.

Luego de dos años, los escaneos del cerebro mostraron que quienes habían tomado las vitaminas presentaban menor encogimiento cerebral –0.76 por ciento al año– que quienes recibieron un placebo (1.08 por ciento): una diferencia de 31 por ciento. Una cuarta parte de quienes tomaron las vitaminas obtuvieron los mejores resultados, con una reducción de 53 por ciento en la tasa de encogimiento cerebral.

Se sabe que el encogimiento del cerebro ocurre con mayor rapidez en personas con DCL o Alzheimer y que los niveles altos del aminoácido hemocistina están vinculados a un aumento de riesgo de padecer esos trastornos. Los investigadores creen que las vitaminas B disminuyeron la rapidez de la atrofia cerebral al reducir los niveles de homocistina. Las personas que tenían los niveles más altos de este ácido fueron las más beneficiadas.

Si bien la prueba no se diseñó para medir la capacidad de pensar, los investigadores descubrieron que los individuos que tenían las tasas más bajas de encogimiento obtuvieron las marcas más altas en exámenes mentales.

Los hallazgos se publican en la revista PLoS (Public Library of Science, Biblioteca Pública de Ciencia). El profesor David Smith, del departamento de farmacología de la Universidad de Oxford, quien codirigió la prueba, señaló: “Es un resultado muy impactante y dramático. Nuestra esperanza es que este tratamiento simple y seguro retrase el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer en muchas personas con problemas leves de memoria.

Efectos colaterales

Los resultados son sumamente prometedores, pero necesitamos más pruebas para concluir si estas vitaminas B en particular pueden reducir o prevenir el desarrollo del Alzheimer. Yo no recomendaría aún que una personas que comienza a envejecer y se preocupan por pequeñas lagunas de memoria corran a comprar suplementos de vitamina B sin consultar a un médico.

La pregunta clave, puntualizó, es si la DCL es una manifestación temprana del mal de Alzheimer. ¿Se trata de un proceso continuo? ¿Estamos ante una enfermedad que empieza muy pronto y empeora cada vez más? Yo así lo creo.

No se conocen los efectos de largo plazo de tomar altas dosis de vitaminas, y existen ciertos indicios de que una alta ingesta de ácido fólico se puede vincular con cáncer, indicó Smith. Sin embargo, al preguntársele si intentaría el tratamiento vitamínico si se le diagnosticara DCL, respondió: Sí, sin ninguna vacilación. Lo tomaría.

Chris Kennard, presidente de la Junta de Neurociencias y Salud Mental del Consejo de Investigación Médica del Reino Unido, comentó: Esta prueba es un paso adelante en la develación de la compleja neurobiología del envejecimiento y de la decadencia cognitiva.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya