La finalidad, evitar contagio de los niños cuando nazcan
Domingo 12 de septiembre de 2010, p. 34
El grupo parlamentario del PRD en la Asamblea Legislativa promueve reformas a la Ley de Salud para ampliar las prestaciones en materia de servicios materno-infantil en la red de hospitales públicos del Distrito Federal e incluir la detección del VIH-sida y la sífilis congénita en las mujeres embarazadas, y evitar con ello su transmisión al bebé.
La presidenta de la Comisión de Salud, Maricela Contreras, detalló que con esta prueba, cuyo costo oscila entre 40 y 50 pesos, resultarían beneficiadas alrededor de 50 mil mujeres que son atendidas cada año en el sector salud de la capital.
La propuesta es reformar el artículo 49 de la citada ley, en el que se establece que la atención a la salud materno-infantil tiene carácter prioritario. La prueba del VIH-sida y la sífilis congénita se sumaría a otros servicios ya existentes, como la detección temprana de la sordera y su medicación desde los primeros días del nacimiento y el tratamiento de salud visual y auditiva de los niños en edad escolar.
La diputada del PRD explicó que de resultar positivo el diagnóstico del VIH-sida o la sífilis congénita posteriormente se requiere hacer un procedimiento médico en el momento del parto, para evitar el contagio al bebé.
En la exposición de motivos, la legisladora perredista señaló que prevenir la transmisión de estos padecimientos debe ser considerado uno de los pilares fundamentales para erradicarlos, y una de las prioridades de las autoridades sanitarias del gobierno capitalino.
Indicó que si bien en México no existen cifras precisas sobre el tema, el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/sida (Censida) estima que la prevalencia de VIH en mujeres embarazadas es del 0.1 por ciento y de sífilis entre 0.3 y 0.5 por ciento.
Dijo que existen datos de la Organización Mundial de la Salud referentes a que la administración oportuna de fármacos antirretrovíricos a las mujeres embarazadas VIH-positivas reduce de forma significativa el riesgo de transmitir el mal a sus hijos.
Esa forma de atención, de acuerdo con el organismo internacional, agregó, es poco costosa y eficaz. Sin embargo, reporta que las estimaciones más recientes señalan que en 2007 tan sólo 33 por ciento de las mujeres embarazadas VIH-positivas recibió el tratamiento necesario y solamente 21 por ciento de las mujeres en los países de ingresos bajos y medianos se sometió a la prueba para detectar el virus como parte de su atención prenatal.