La artista presenta el espectáculo Las crudas del bicentenario en el museo Universum
Cada vez somos un país menos independiente, democrático y la desigualdad es la misma, dice
La realidad que vivo no es la que transmite la televisión ni la que expresan los políticos
Domingo 12 de septiembre de 2010, p. 8
Valiéndose de fuertes argumentos históricos/teatrales Jesusa Rodríguez estrenó este fin de semana el espectáculo Las crudas del bicentenario en Universum, el Museo de las Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En entrevista en su camerino, despojándose del micrófono, desmaquillándose y quitándose el pegamento del rostro, dice: Creo que es indignante lo que está pasando, el derroche de festejar sin ningún tipo de reflexión respecto a que cada vez somos un país menos independiente, menos democrático y la desigualdad es la misma; el pueblo raso siempre ha estado mal desde la Independencia y la Revolución, nunca ha tenido reivindicación... pero lo más patético es cómo un gobierno ilegítimo de derecha festeja la Independencia y la Revolución, a puerta cerrada como lo hacía Porfirio Díaz: por eso hicimos esta puesta
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En Las crudas del bicentenario encarna a Madero, por su tendencia espiritista
, crea una sesión de magia junto a la Madre Patria para hacer un agujero en los últimos 200 años de historia de México y concluir que las cosas no únicamente no han cambiado, sino que estamos peor que antes
. A Jesusa Rodríguez la acompañan Óscar Olivier y Emilio Converso y la música de Liliana Felipe.
Con el algodón empapado de aceite y haciéndolo correr por su rostro de derecha a izquierda, de izquierda a derecha y de forma circular, Jesusa agrega: Lo que no se toca en México son los medios; más que los diarios y las revistas me refiero a la televisión, en las manos de quienes están: en los pillos de Azcárraga y Salinas Pliego. No hay nada que hacer en México, no podemos cambiar la realidad si no se cambia la televisión, porque la gente está atrapada en ella; por eso nosotros ponemos la televisión en vivo en el proscenio, porque es una manera de sacarla de su lugar y ponerla en el Museo de Ciencias. Es muy importante porque es un espacio autónomo, admite todo tipo de información, por eso este espectáculo lo ligamos con la exposición del cerebro que hay aquí en Universum, así dos pillos entran a robar el cerebro de Monsiváis
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Poniendo especial énfasis en la limpieza detrás de las orejas y la parte alta del cuello, continúa: Estamos en el peor de los momentos de la historia, pocas veces hemos pasado por periodos tan degradados como este. Sí se puede hacer un espectáculo optimista o con un final alentador, lo intentamos, pero no nos salió, no encontramos nada alentador... En todo caso la gente que estamos en movimientos sociales, que son muchos en México (Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, Atenco, los zapatistas o los obradoristas), tenemos un respiro, el resto de la población no sé cómo le hace para vivir
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Nunca podemos decir esto es lo peor...
Casi concluyendo con los restos de pegamento y maquillaje en su rostro, Jesusa extiende su anterior respuesta: “Para mi era interesante hacer una reflexión sobre los festejos del bicentenario, porque la realidad que yo vivo no es la que transmite la televisión ni la que expresan los políticos, ni es la realidad que dicen los intelectuales; creo que estamos viviendo en una ficción absoluta y la gente que está en la realidad es a la quien le han secuestrado o asesinado un hijo, la que ha sufrido en carne propia una tragedia o es muy pobre. Los demás vivimos en una ficción evadiendo la realidad sin querer mirar lo que está pasando en el país; todo mundo dice que la situación está terrible, pero la evaden con el trabajo o lo que tengan... no hay una conciencia clara porque se piensa que la situación se va a poner terrible, como si no lo estuviera ya; lo único que pienso es como decía Shakespeare en El rey Lear: ‘nunca podemos decir esto es lo peor mientras podamos decir esto es lo peor’, es decir, estamos viviendo cosas que decimos ‘ya peor que esto no puede pasar’ y ocurre lo de la guardería, y después nos enteramos que hay 72 migrantes asesinados en una fosa... estamos pasando por una descomposición extrema y la gente no quiere asumir esa realidad”.
Atándose el cabello con un prendedor y ya sin ninguna impureza en el rostro, la artista dice: Desde hace 30 años nosotros no hemos colaborado con ninguno de los gobiernos que ha tenido México, pero la cantidad de artistas que están participando con este gobierno en los festejos del bicentenario del miércoles es impresionante, porque les pagan
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Finalmente Jesusa regresa al tema específico de Las crudas del bicentenario: “Necesito realizar esta obra para hacer la reflexión de por qué mi realidad no se parece a la realidad de millones de personas... la sensación que tengo es que todo lo que hacemos cuenta si decimos ‘únicamente voy a hacer este programita en Televisa’, ‘únicamente haré esta dirección en la serie del bicentenario’, ‘yo nada más voy a bailar’, ‘yo nada más voy a cantar dos canciones’. Si esto se agrega a todo lo que pasa en México es una suma del deterioro, del permiso que se da todo mundo para faltar a su propia ética, eso ha hecho una montaña de degradación, por eso el país está en un punto de descomposición; además de otros factores que influyen... Para mí esta reflexión es muy necesaria para ver qué estamos haciendo”.
Las crudas del bicentenario se presenta todos los jueves, viernes y sábados de septiembre y octubre a las 19 horas en Universum. Boletos en las taquillas del inmueble. Más informes a los teléfonos 5424 0694 y 5622 7268 o en la página www.universum.unam.mx