arís. Los eurodiputados protagonizaron ayer una discusión contra el presidente francés Nicolas Sarkozy, que fue calificada por quienes están familiarizados con los debates del Parlamento Europeo como el más violento intercambio, apenas comparable con los que ha suscitado el premier italiano Silvio Berlusconi, que terminó por votar con 337 voces contra 245, una resolución rogando a Francia “la suspensión inmediata de todas las expulsiones de roms (gitanos)” y pide a la Comisión, al Consejo y a los Estados miembros formular la misma petición.

Comunistas, ecologistas, socialistas e incluso liberales, contra la derecha popular, los conservadores y la extrema derecha, inclinaron la balanza no vinculante contra la política de expulsiones que ya contamina a otros Estados pues, según dijo la eurodiputada Kinga Göncz de Hungría, su gobierno anunció una política de desmantelamiento de los campamentos de gitanos en su territorio o bien la integración forzada de dicha etnia. A su vez, el representante italiano Luigi de Magistris afirmó que el ministro del Interior de Berlusconi quiere copiar la expulsión de comunidades sin domicilio ni ingresos fijos aprovechando el miedo de la gente y criminalizando a los gitanos en vez de tomar medidas sociales que reduzcan las diferencias. Por su parte, el alemán Martín Schulz dijo que Europa sólo tendrá éxito si defiende los valores elementales, como la ausencia de racismo y xenofobia, su compatriota Cornelia Ernst afirmó que Sarkozy viola el derecho comunitario europeo con expulsiones en masa ignorando los derechos individuales, como la libre circulación y la rumana Renata Weber: Francia, cuna de los derechos del hombre, aprovecha la ignorancia de la más vulnerable población europea, les paga 300 euros por adulto y 100 euros por niño para que abandonen su territorio pretendiendo que les dan ayuda humanitaria.

La eurodiputada francesa Catherine Grèze confirmó que “las expulsiones en masa sobre la base de una pertenencia étnica son totalmente contrarias al derecho europeo y que la única pregunta que se hacen sus conciudadanos es ‘hoy los gitanos, mañana ¿quién?’”

Pero el ministro francés de la Inmigración, la Integración, la Identidad Nacional y el Desarrollo Solidario, Eric Besson, replicó que el Parlamento europeo se ha salido de sus prerrogativas y (Francia) no va a someterse a un dictado político.

Yuriria Iturriaga, corresponsal