Santiago, 14 de septiembre. El hambre apenas retrocedió en 2010 en América Latina, pese a los avances globales contra este flagelo, denunció este martes el director regional de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) para América Latina, José Graziano. Seguimos teniendo 53 millones de hambrientos en la región, debido a los efectos de la crisis económica, las alzas de los alimentos y el aumento de la pobreza, dijo. No obstante, valoró la leve baja, dado que la cifra de personas en hambre pasó de 53.1 millones en 2009 a 52.5 millones en 2010.

Graziano sostuvo que uno de los problemas en la región es que en muchas economías sigue creciendo el desempleo. Con excepción de Brasil y Chile, que crean empleo con fuerza, la ocupación todavía no se recupera en Colombia, Ecuador, México, Perú, Uruguay y Venezuela, agregó.

En Roma la FAO informó que por primera vez en 15 años el número de personas que padecen hambre en el mundo descendió y pasó de la cifra récord de mil 23 millones el año pasado –el mayor nivel en cuatro décadas– a 925 millones en 2010.

Dos tercios de 925 millones de personas que padecen hambre vivenn en China, India, Bangladesh, Congo, Etiopía, Indonesia y Pakistán.

No hay razón de alegrarse. Se trata de una cifra inaceptable, sostuvo y señaló que cada 10 segundos un niño muere debido a la desnutrición. El hambre es la mayor tragedia de la humanidad, un escándalo, afirmó.

Un despacho de la agencia Afp reportó que estadísticas de la FAO señalan que el número de personas desnutridas en el mundo sigue siendo alto pese a que se registró un descenso esperado, el primero en 15 años. La baja se explica gracias a una coyuntura económica favorable en 2010, según la FAO.

La cifra de 925 millones que padecen hambre y desnutrición en el mundo sigue siendo demasiado alta con respecto a las crisis alimentarias y económicas previas de 2008, cuando llegaba a 850 millones, añadió.

La mayoría de la personas (98 por ciento) que padecen hambre residen en países en vía de desarrollo, recordó la FAO. El hecho de que cerca de mil millones de personas continúen siendo víctimas del hambre, aún después de que cesaron las crisis alimentarias y financieras, significa que existe un serio problema estructural, recalca.

Pese a la caída de la desnutrición crónica reportada por la FAO, las protestas por los alimentos en Mozambique, a principios de mes, y Egipto subrayan la importancia del tema del hambre y la seguridad de los alimentos.