Análisis del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible con vista a la COP16
Viernes 17 de septiembre de 2010, p. 43
Al combate de la deforestación y degradación de bosques que genera 17.4 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero –una de las tres principales causas del cambio climático–, sólo se le destinan mil millones de dólares anuales, cuando se requieren entre 17 y 33 mil millones de dólares para llegar a bajarlas en 50 por ciento en el 2030, respecto de 1990.
En un análisis, el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS) explicó que es indispensable diseñar un mecanismo de financiamiento basado en los acuerdos que se negocian dentro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC).
Ese mecanismo, señaló, debe proporcionar los recursos para combatir las causas locales de la pérdida de masa forestal y establecer esquemas de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Evitadas (REDD). Ésta, precisó, será una de las negociaciones más importantes durante la 16 Conferencia de las Partes (COP16) que se realizará en Cancún, en diciembre.
Añadió que “la única forma de lograr el financiamiento es mediante un mecanismo que logre combinar recursos públicos con privados provenientes de mercados. Por esto, con miras a las negociaciones de la COP16, crece el consenso entre los involucrados para crear una canasta REDD que combine opciones de financiamiento que logren cubrir distintas necesidades, las cuales cambiarán a través del tiempo
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Agregó que el financiamiento otorgado a países en desarrollo por conducto de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), que dan las naciones industrializadas, ha fracasado y no ha detenido el proceso de deterioro de los ecosistemas forestales. El nivel de financiamiento ha sido insuficiente para competir con las causas de la deforestación, ya que la ayuda que la AOD ha brindado a los países en desarrollo para lograr la conservación de los bosques tropicales ha sido menor a los mil millones anuales, mientras el costo estimado para detener la deforestación en 50 por ciento es de entre 17 mil y 33 mil millones anuales.
También han fallado porque los esfuerzos nacionales contra la deforestación, debido a que en la mayoría de los casos se han basado en la aplicación de regulaciones y medidas policiacas, y en dar incentivos a la conservación pasiva, de acuerdo con las prioridades impuestas desde la AOD y las instituciones internacionales.
El CCMSS indicó que aunque en el último informe de la FAO sobre bosques se refleja una caída en el ritmo de deforestación del planeta en la década reciente, este proceso continúa por causas naturales y por cambio de usos de suelo, a un ritmo de 13 millones de hectáreas al año, sobre todo en Sudamérica y África.
Destacó que uno de los puntos más controvertidos y criticados por organizaciones de la sociedad es que detener la deforestación y el cambio climático no puede depender sólo de mecanismos del mercado, los cuales pueden mantener deprimidos los precios del carbono forestal si las metas de reducción de emisiones por deforestación y la regulación establecida por los acuerdos internacionales no son los adecuados.
El estudio concluye que si bien se mantiene el debate sobre cómo lograr un mecanismo de financiamiento para REDD, lo que está en discusión es que el financiamiento fluya a los países en desarrollo bajo condiciones que realmente contribuyan a detener la pérdida de los ecosistemas forestales.