La Cámara de Diputados convocará la próxima semana a las secretarías de Gobernación y de Comunicaciones y Transportes para que, en coordinación con las procuradurías estatales y la federal, busquen mecanismos que, sin vulnerar derechos constitucionales, permitan examinar los contenidos de anuncios en medios de comunicación impresos, electrónicos y cibernéticos que promuevan servicios sexuales y de otro tipo, que pudieran ser vehículos para contactar posibles víctimas de trata y demás delitos relacionados.

El exhorto del Poder Legislativo también engloba a los medios de comunicación que publican anuncios clasificados; los llama a esforzarse en revisar los contenidos de los mensajes que admiten, con el propósito de evitar que sean vehículo para el enganche de personas y para la comisión de delitos como trata, a través del establecimiento de reglas consen- suadas, públicas y claras, que condicionen la admisión y difusión de dichos anuncios.

El punto de acuerdo que se presentará en la tribuna de San Lázaro se enfoca en el diferendo entre “diversos medios, que ha traído a la discusión nacional un hecho: en los últimos años han proliferado en los medios de comunicación –impresos, electrónicos y cibernéticos– contenidos que contrarían los límites, por medio de anuncios que pueden poner en riesgo la integridad de las personas e involucrarlas en delitos que redundarían en atentados contra el libre desarrollo de su personalidad”.

Por vez primera, la Cámara de Diputados advierte sobre tan aberrante práctica.

“Destinan amplios espacios a la publicación de anuncios cuyos contenidos promueven ofertas de trabajo inverosímiles –en el interior del país o en el extranjero–, o la comercialización de servicios sexuales que incluyen en texto o imagen características de las personas que los ofrecen o los solicitan; los servicios que brindan o buscan y sus modalidades, que en muchos casos son el vehículo para alentar el lenocinio, el tráfico o trata de personas por mafias del crimen organizado que muchas veces rebasan nuestras fronteras”.

Actualmente, a causa de factores geográficos, económicos, sociales, jurídicos y culturales, México se convierte cada día en el paraíso de ese delito. Sobre todo porque las bandas delictivas han construido estructuras para el trasiego de drogas y ahora emigran al delito de trata, que cada día se arraiga más y lastima a las personas.

“Hoy, el mundo ve a México como la Tailandia de América Latina debido al enorme número de víctimas de trata que tiene en nuestro territorio lugar de origen, tránsito o destino; entre 20 y 25 mil niños son víctimas de ese delito con fines de explotación sexual, de los cuales, 80 por ciento tienen entre 10 y 14 años. Y aunque a este flagelo sólo se le relaciona con explotación sexual, millones de personas en México son víctimas de explotación laboral.

De acuerdo con cifras del Inegi, hay 3.6 millones de niños trabajadores de entre 5 y 17 años, de los cuales 31 por ciento son menores de 14 años. Son mexicanos que trabajan en condiciones de esclavitud en la industria, en la construcción, la agricultura.