Kabul, 18 de septiembre. Sólo 40 por ciento de los electores registrados para los comicios legislativos en Afganistán, es decir, 3 millones 642 mil ciudadanos, de un total de 9 millones, acudieron hoy a las urnas a votar, durante una jornada salpicada por ataques de la resistencia talibán al proceso electoral en media docena de las 34 provincias del país, con un saldo de 14 muertos, según el Ministerio del Interior.

Esta elección –la segunda de tipo parlamentario desde la invasión encabezada por Estados Unidos, en 2001– estuvo nuevamente manchada por denuncias de actos fraudulentos, como sucedió el año pasado en los comicios que llevaron a la relección del mandatario Hamid Karzai, que en el sistema presidencial afgano tiene a su cargo el Poder Ejecutivo, con escasa influencia del Parlamento.

La elección de 249 legisladores para la Asamblea Nacional unicameral tiene esta vez 68 lugares reservados para mujeres, de 406 que se registraron como candidatas. Este es un intento por superar la doctrina islámica más conservadora, la wahabi sunita, que marginó al sector femenino de la vida política, durante la existencia del Emirato Islámico de Afganistán, establecido por el talibán desde la salida de tropas rusas, en 1996, hasta la invasión de noviembre de 2001.

Los centros de votación estuvieron abiertos de las siete de la mañana a las cuatro y media de la tarde (7:30 horas de la ciudad de México). Antes del amanecer comenzaron los ataques del talibán con un disparo de cohete a la comandancia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, en el centro de la capital afgana, sin causar ningún daño.

La agresión de mayores consecuencias fue perpetrada en la provincia de Baghlan, donde murieron seis uniformados del gobierno afgano que custodiaban un centro de votación. Seis civiles fallecieron por ataques de la resistencia, que prometió sabotear el proceso electoral con las armas, en las provincias de Kunar, Tajar y Nangarhar. Otro ataque armado, sin mayores consecuencias, ocurrió en Jost. En tanto, dos personas murieron en incidentes no especificados por el Ministerio del Interior.

Pese a la movilización talibán, la Comisión Electoral Independiente abrió 92 por ciento de las casillas, lo que rebasó su pronóstico de 85 por ciento. Las denuncias de fraude fueron similares a las de los comicios presidenciales de agosto de 2009, con credenciales falsas y tinta lavable, lo que facilitó a Karzai obtener un millón de votos de dudosa legalidad.