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La falta de reforma política ha tenido alto costo para el DF

Lo mejor es que tenga sus derechos, que ya está ejerciendo

El mandatario capitalino emitirá hoy un mensaje ante los diputados locales con motivo de su cuarto Informe de gobierno. Asegura que más que presumir logros destacará que la ciudad está saliendo adelante y que existen libertades, derechos sociales e inclusión social

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Marcelo Ebrard Casaubon, jefe de Gobierno del Distrito Federal, durante la entrevista con este diario, en su oficina del Antiguo Palacio del AyuntamientoFoto María Meléndrez
 
Periódico La Jornada
Martes 21 de septiembre de 2010, p. 35

A unas horas de que acuda a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal a emitir un mensaje, con motivo de su cuarto Informe de gobierno, Marcelo Ebrard Casaubon, titular del Ejecutivo local, aseveró que uno de los grandes costos que ha tenido para la ciudad y sus habitantes la falta de una reforma política ha sido la imposición de una fórmula de coordinación fiscal ruinosa para la ciudad, ya que el Distrito Federal recauda la mitad de todo lo que se recauda en el país, y recibe sólo siete centavos por cada peso.

En entrevista con este diario, en sus oficinas del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, aseveró que esa práctica constituye un acuerdo confiscatorio que afecta a los ciudadanos en sus servicios, en su espacio público y frena lo que se tiene que resolver; no necesariamente en el presente gobierno, sino en los subsecuentes.

Otro costo han sido las fricciones con el gobierno federal debido a que existen esferas de responsabilidad pública poco claras, lo que genera pérdida de tiempo, conflictos y, finalmente, que no se alcancen objetivos.

Sobre la postura de la senadora del PRI María de los Angeles Moreno contra la reforma política expresó: son dos visiones distintas y quizá hasta antagónicas, en algunos aspectos, porque la de ella es del siglo pasado; la idea que presenta es previa a 1996. O sea, ya no hay regreso, esto no va a ser una organización política como la que ellos (en el PRI) están pensando. No resolvería nada, están muy atrás, afirmó.

–¿Cómo va la reforma política?

–Lo que me parece interesante es que todos los partidos la suscribieron, incluido el PRI, en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. La pregunta es: ¿cómo organizar la ciudad para el siglo XXI? Se está pensando hacia adelante; la ciudad tiene que dejar de ser distrito para que se le restituyan sus derechos, se acaben los conflictos con las autoridades federales, motivados por esa razón, y pueda legislar sobre los temas que le corresponden.

Veo con mucho optimismo esa iniciativa; entiendo que ya se presentó al Senado, firmada por el PRD, PAN, PVEM y PT, excepto el PRI.

–¿A qué se podría deber el temor del PRI a esa reforma?

–No creo que todos, porque insisto, el PRI en la Asamblea Legislativa fue muy constructivo; no estoy seguro de que sea la postura de todos y todas en el PRI, pero en fin, hay una cierta forma de pensamiento que es la siguiente: hay que proteger. La posición histórica del PRI ha sido proteger al Ejecutivo federal a costa de lo que sea; dar el poder al Ejecutivo federal porque suponen que ellos podrían ganar en 2012, en 18 o más allá.

–¿La ciudad de México tendría que dejarse de ver como la joya de la corona?

–Es la capital de todos y todas, nadie piensa en que deje de ser la capital, pero ¿por qué tienen que negarse o limitarse los derechos de la ciudad? Es inaceptable y es falaz. Lo mejor es que la ciudad tenga sus derechos, que de hecho los está ejerciendo. Voy a poner el caso de la seguridad: nos acaban de decir que no puede legislar la Asamblea Legislativa sobre la procuraduría, pero hay 11 leyes sobre seguridad en la ciudad aprobadas por la Asamblea Legislativa. ¿Entonces? La ciudad va más allá de las restricciones que le quieren imponer; es una injusticia y una mala idea para el futuro.

–¿A qué visión sociológica responden los cambios sociales que hemos visto en la ciudad?

–La idea básica es: expansión de derechos sociales y libertad de opción. Si se hacen esas dos cosas vas a crear una comunidad con menos conflictos, menos violencia y menos frustración. No lo digo yo; la verdad, es idea original del siglo XVIII.

La ciudad tiene el sistema de protección social más grande de América Latina, en él se invierten cada año más de 3 mil millones de dólares; la derecha lleva 13 años diciéndonos que eso no se puede, que se haría una deuda brutal, nada más hay que ver cómo han manejado los demás su deuda. El Distrito Federal tiene el manejo de deuda más responsable del país; tenemos clasificación triple A.

–Menos conflicto y menos frustración para una sociedad. ¿Qué significa en términos de desarrollo social?

–Que tengas equidad, que tengas posibilidades de que tus derechos se realicen, que no estés excluido. Lo sintetizo en dos ideas: nadie debe estar fuera del sistema de protección social y nadie debe estar atrás, para que te puedas desarrollar, para que tengas acceso a educación.

“Pongo un ejemplo: la ciudad de México tiene la tasa de deserción escolar más baja del continente, incluido Estados Unidos y Canadá. Es decir, nuestros promedios de deserción en el DF, en preparatoria, son de menos de seis puntos, estamos en 5.6 puntos. En la UNAM la deserción es de uno por ciento; eso quiere decir que 120 mil jóvenes que se iban a ir de la escuela en este sexenio se quedaron en las aulas y les va a ir mejor porque van a terminar el bachillerato.

“Ese programa nos cuesta 25 pesos al día por estudiante. ¿Cuál es la razón? Es tan brutalmente desigual nuestra sociedad, que 120 mil jóvenes habrían dejado de estudiar porque no tienen 25 pesos al día en la ciudad más rica del país.

“Es lo mismo con los comedores comunitarios, tenemos 300. ¿Qué quiere decir eso? Que tienes miles de personas que van a uno, que de otro modo no sé cómo le harían. Así de difícil la cosa, que no tienen 30 o 40 pesos para comer.

El seguro del desempleo es igual: estamos hablando de 140 mil personas a las que cuando menos les ayudaste seis meses; si no estarían en la calle sin ningún derecho.

–Hay complicaciones para los ciudadanos, como los cierres de calles, que los conflictúan diariamente. ¿Por qué, si se toman decisiones más importantes, esos detalles no se atienden?

–La inversión principal en la ciudad es para que la gente se pueda mover de mejor manera. De hecho es la inversión más grande en transporte público de los 20 años recientes; vamos a terminar ya la línea tres del Metrobús; la línea 12 del Metro es la obra pública más grande del país, para conectar buena parte de la ciudad. ¿Cuál es nuestra apuesta? Nosotros recibimos 200 kilómetros de Metro y 16 de Metrobús. ¿A qué queremos llegar a fines de este año o principios del otro? A 100 kilómetros adicionales.

A nivel micro estamos haciendo evaluación de servicios; dos, estamos modificando los sistemas de control de supervisión, y tres, estamos luchando por más dinero, porque el mantenimiento de la ciudad requiere de 21 millones de pesos y sólo contamos con 4 millones de pesos. De ese tamaño es el diferencial; por eso luchar por esos recursos es vital.

–¿Qué va a destacar de su Informe ante la ALDF?

–Voy a explicar por qué somos una ciudad de vanguardia. Por las libertades y derechos que tenemos, porque somos el primer lugar en competitividad; el primer lugar nacional en protección social; nadie tiene un sistema como el que se ha construido aquí. Somos el primer lugar en transparencia y es la ciudad número uno en desarrollo tecnológico. Entonces, más que presumir, es una ciudad que está saliendo adelante y demuestra que sí tenemos las libertades, los derechos; si tenemos inclusión social. Sé que nos falta mucho, pero se ha hecho un buen esfuerzo, le va a ir bien a la ciudad.

–¿Y de su relación con la Iglesia?

–Yo lo que he dicho es que siempre voy a defender el Estado laico, y me pareció que lo que ha ocurrido en torno a la Suprema Corte fue un exceso. Nosotros vamos a seguir adelante, no vamos a cambiar nuestra política. Por eso, porque propusimos a la ciudad un programa, una propuesta, y la tenemos que cumplir.

–Usted se atrevió a hacer lo que muchos políticos no han hecho. ¿Pensó en los costos políticos?

–Va a tener costos políticos; al final del día dices: tiene que haber una fuerte dosis de pragmatismo en el gobierno, pero hasta dónde; si no en qué te diferencias del resto. Esos temas son esenciales a nuestra causa, no son accesorios. La interrupción legal del embarazo, la libertad de que ames a quien tú quieras. ¡Cómo que no vamos a defender eso! ¡Imagínate!