Martes 21 de septiembre de 2010, p. 33
Tuxtla Gutiérrez, Chis., 20 de septiembre. Cuatro campesinos afiliados a la Casa del Pueblo del municipio de Venustiano Carranza fueron liberados luego de nueve años de permanecer en prisión, acusados de asesinar a labriegos con quienes se disputaban tierras comunales.
Al salir del penal El Amate –ubicado en el municipio de Cintalapa–, Ángel Hidalgo Espinosa, Enrique, Alberto y Mario Coutino Morales, militantes de la Organización Campesina Emiliano Zapata (Ocez), lamentaron que aún se castigue la lucha por la tierra.
El 19 de abril de 2001, hombres cubiertos con pasamontañas mataron a balazos a ocho campesinos de la organización Alianza San Bartolomé de los Llanos, en el poblado Multajiltic, con la cual campesinos de la Casa del Pueblo se disputan más de 5 mil hectáreas de tierra comunal. Esto fue pretexto para detener a Hidalgo Espinosa, entonces líder de la Casa del Pueblo, y a los hermanos Coutiño Morales, quienes se encontraban con él al momento del arresto.
Prueba
inculpatoria
El testimonio de un menor sordomudo fue la prueba con la que los cuatro detenidos fueron condenados a 37 años de prisión. Durante los últimos nueve años, organismos defensores de los derechos humanos documentaron las irregularidades cometidas en el expediente penal, entre ellos el mismo testimonio del sordomudo, quien señaló ver unos encapuchados
, sin reconocer a nadie en particular.
Campesinos de la Casa del Pueblo mantuvieron en estos nueve años una lucha constante por la liberación de sus compañeros, mediante manifestaciones, marchas y plantones. El sábado pasado, los campesinos alcanzaron su libertad luego de que el testigo relató que fue obligado a firmar una declaración contra los acusados, sin saber el contenido.
En un acto donde se anunció la liberación de los campesinos, el gobernador Juan Sabines Guerrero dijo que el proceso contra los labriegos es un ejemplo de manipulación de la justicia.
Afirmó que la liberación “fue una decisión de las más complejas, pero de las más justas, un caso inédito de los tiempos en que la justicia se podía manipular (…) la fabricación de un delito, además del homicidio”.
El mandatario pidió al procuraduría estatal reabrir el caso e investigar a fondo para encontrar a los responsables de la masacre de Multajiltic.
Por su parte, Hidalgo Espinosa dijo que su único delito es luchar por los derechos agrarios de los comuneros de la Casa del Pueblo. Lamentó que miles de campesinos no tengan una forma de sobrevivencia digna.