Cinco entidades, las más vulnerables, afirma académico del Colef
Miércoles 22 de septiembre de 2010, p. 31
La inseguridad es el principal factor que inhibe la competitividad del país y sus consecuencias, que se han extendido con la guerra contra el narcotráfico, afectan por igual a todos los estados de la República, sostuvo el director del Departamento de Estudios Económicos de El Colegio de la Frontera Norte (Colef), Noé Arón Fuentes.
Luego de la presentación del Índice de competitividad de las entidades federativas mexicanas 2010, elaborado por el Colef y la Universidad Autónoma de Baja California (Uabc), señaló que en el último año la incidencia delictiva ha sido particularmente nociva para cinco estados, la mayoría ubicados en la frontera norte del territorio nacional.
La estrategia que tiene el gobierno federal es a mediano o largo plazo, pero el impacto es a corto plazo. Ha sido el principal inhibidor (de la competitividad). Dado que el país es terriblemente heterogéneo es quizá el único factor inhibidor que es transversal a todos los estados, como un señalamiento de bandera roja
, sostuvo Fuentes.
Agregó que de acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), entre 2009 y 2010 el número promedio de delitos que se cometieron mensualmente en varios estados aumentó en forma considerable. En el caso de Coahuila hubo 100 delitos más que el año pasado, en Sonora 137, en Guanajuato 143, en Durango 377 y en Chihuahua 1245.
Estos dos últimos estados descendieron este año 10 y 6 lugares, respectivamente, en el índice, en comparación con la posición que ocuparon en 2009.
No obstante, algunas entidades mejoraron su posición en la escala pese a que su incidencia delictiva aumentó, como en el caso de Colima, estado de México, Michoacán, Sinaloa y Veracruz.
El estudio ubica al Distrito Federal como la entidad más competitiva del país, seguida a cierta distancia por Nuevo León, Baja California y Baja California Sur.
Las principales fortalezas de dichos lugares son contar con recursos humanos capacitados, una buena dotación de infraestructura y un buen desempeño económico, mientras que sus principales debilidades se centraron en una deficiente gestión de gobierno, mal manejo del medio ambiente y pocas capacidades de ciencia, innovación y tecnología.
Por el contrario, los estados de Oaxaca, Chiapas y Guerrero, los peor evaluados, presentaron fortalezas en factores de gestión gubernamental, pero presentaron deficiencias en materia de infraestructura, número de empresas y capacidades de ciencia, innovación y tecnología.