El pintor y escultor fue homenajeado por su prolífica trayectoria estética
El galardonado inauguró en San Ángel una exposición con decenas de sus obras
Sábado 25 de septiembre de 2010, p. 3
Al igual que en su vasta producción artística, el color y el sonido fueron los elementos protagonistas del homenaje que la delegación Álvaro Obregón rindió la noche del jueves al pintor y escultor Leonardo Nierman, en reconocimiento a su prolífica trayectoria de más de medio siglo.
El acto tuvo lugar en el Centro Cultural San Ángel y consistió en la entrega de la medalla Vasco de Quiroga de manos del jefe delegacional, Eduardo Santillán Pérez; la inauguración de una exposición retrospectiva y un concierto con la Orquesta de Cámara de la Ciudad de México.
Al margen de la condición oficial del acto, la velada estuvo marcada por una profunda emotividad y muestras de afecto que el artista recibió de familiares, amigos y vecinos de esa demarcación, donde se ubica su domicilio.
La fuerte tormenta que se desató desde la tarde y se mantuvo durante gran parte de la noche no logró disuadir a decenas de personas que acudieron a reconocer la sensibilidad y riqueza imaginativa de este creador, así como su enorme calidad humana, entre ellos Yolanda Móntez Tongolele, Carlos Bracho y América Infante.
Leonardo Nierman se vio desbordado por la emoción desde su llegada al recinto cultural, donde la música de una estudiantina y los prolongados aplausos de los asistentes le dieron la bienvenida, lo que provocó el llanto del pintor.
Abrazos y besos, así como infinidad de tomas fotográficas envolvieron al artista durante más de 10 minutos, hasta que Nierman fue invitado a cortar el listón rojo para inaugurar la exposición montada en ese recinto cultural.
La muestra reúne decenas de pinturas, esculturas y tapices en mediano y gran formatos en los que puede verse cómo plasma el mundo de la música en la plástica.
En la pintura y los tapices son obras de forma abstracta en su mayoría, plenas de color, movimiento y ritmo. Las esculturas están elaboradas en material metálico de color plateado brillante y evocan movimiento y armonía mediante un entretejido de espirales que semejan llamas.
Luego de un breve recorrido por la muestra, la Orquesta de Cámara de la Ciudad de México, dirigida por Miguel Bernal Matus, interpretó un programa con obras para coro y orquesta de Verdi, Morricone, Wagner, Handel y Vivaldi.
De la música a la plástica
Al concluir la parte musical, se leyó una semblanza de Leonardo Nierman, en la cual se destacó que sus inicios en el arte se concretaron en la música, como violinista, ámbito que abandonó al escuchar una grabación de una de sus presentaciones y a partir de allí decidió dedicarse a la plástica, donde permanece su pasión por el arte sonoro, sincretismo que le ha válido reconocimientos a escala internacional.
La parte culminante de la ceremonia ocurrió con la entrega de la medalla Vasco de Quiroga al mérito cultural, momento en el que el jefe delegacional Eduardo Santillán ponderó la fuerza, el espíritu y la libertad que Nierman derrocha en su obra, además de valorar la gran calidad humana y humildad del creador.