La Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) logró autorización judicial para mantener bajo arraigo durante 40 días a José Ángel Fernández de Lara, El Pelón, señalado como el principal operador del cártel de Los Zetas en el estado de Quintana Roo.

Fernández de Lara Díaz fue detenido el pasado 24 de septiembre por efectivos del Ejército Mexicano, y al vencer el plazo legal para su detención la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra la Salud obtuvo de un juez federal la autorización para retenerlo bajo la medida cautelar de arraigo.

El Pelón fue aprehendido junto con Jorge Arturo Maldonado González, Víctor Hugo Pérez Ciprián y Jorge Alberto Contreras Hernández; los cuatro serán investigados durante los próximos 40 días por ser presuntos responsables de la comisión de delincuencia organizada y los ilícitos que resulten.

José Ángel Fernández de Lara fue señalado por la Secretaría de la Defensa Nacional como encargado en Quintana Roo para la operación de Los Zetas, desde junio pasado, y entre otras actividades era responsable de las operaciones de narcotráfico, tráfico de indocumentados y secuestros en el estado.

Asimismo, “incrementó las actividades de extorsión, las cuales amplió hacia centros nocturnos, restaurantes, casinos, spas y actuó contra empresarios del ramo turístico y hotelero convirtiendo a Quintana Roo en una fuente significativa de recursos que emplean Los Zetas para sufragar el conflicto que sostienen con el cártel del Golfo”.

El Pelón y sus tres cómplices fueron ingresados al Centro de Investigaciones Federales que se localiza en la colonia Doctores, en la ciudad de México.

Por otra parte, la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra la Salud ejercitó acción penal en contra de Esteban Luna Luna, Francisco Javier Díaz López, Javier Almanza Cantú y René González Muñoz, quienes fueron señalados como presuntos responsables de delincuencia organizada, portación y acopio de armas y posesión de cartuchos.

Estos cuatro presuntos delincuentes fueron detenidos por elementos del Ejército Mexicano el pasado 7 de julio en la colonia Misión las Cumbres, en la ciudad de Monterrey, Nuevo León.