Jueves 30 de septiembre de 2010, p. 12
Senadores de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) comentaron que el gobierno federal hizo el ridículo
en el llamado michoacanazo y se pronunciaron por acotar las figuras de arraigo y testigo protegido para evitar abusos y excesos contra opositores políticos. Esperaría que luego de la experiencia en Michoacán, el gobierno federal no repita acciones semejantes de abuso en ningún lugar del país
, advirtió el priísta Manlio Fabio Beltrones.
A su vez, el coordinador del PRD, Carlos Navarrete, dijo que revisarán las figuras de arraigo y testigos protegidos, porque tenemos la convicción de que estas figuras aprobadas en el Congreso han sido utilizadas de manera artera por el gobierno federal
.
Sostuvo que no se aprobó la figura de testigos protegidos “para contratar un stock de testigos a modo, que lo único que hacen es inventar una sarta de mentiras para cobrar lo que se les promete y que luego no sea posible sostener con pruebas contundentes ante los jueces”.
Asimismo, agregó, el arraigo no fue aprobado en el Congreso para que la policía arraigara y luego investigara, no se aprobó para que se detuviera a personas para intentar encontrarles algo: se hizo para evitar la fuga de peligrosos delincuentes, se hizo para integrar averiguaciones previas sólidas, no para lo que está ocurriendo
.
Navarrete recalcó que en Michoacán se armó una ofensiva desde la PGR y desde la Secretaría de Seguridad Pública federal para acusar en falso y sin pruebas contundentes a un importante número, más de tres decenas de funcionarios públicos. acusándoles de vinculación con el crimen organizado
.
El senador del PAN, Santiago Creel, consideró que los errores tienen que asumirse y rectificarse
. Sin embargo se manifestó en contra de modificar las disposiciones en materia de arraigo, ya que, dijo, han servido para armar investigaciones en contra de criminales.
A su vez, la dirigencia nacional del PRD acusó al gobierno de Felipe Calderón de violar los derechos humanos de servidores públicos perredistas, al inventarles delitos
para influir electoralmente y tratar de justificar su ineficacia
. En un comunicado, le exigió al Ejecutivo federal disculpas por la detención de alcaldes y asesores del gobierno de Michoacán, a quienes se les imputaron presuntos vínculos con el narcotráfico.