Campea la legalización de la ilegalidad
, advierte experto
Lunes 4 de octubre de 2010, p. 22
Hoy como nunca se contrata en el país sin respetar el principio de estabilidad en el empleo, y la ironía es que el desempleo no sólo se mantiene, sino aumenta; además, la excesiva flexibilidad laboral está barriendo
con todas las prestaciones, complementos del salario e importantes conquistas obreras.
La flexibilidad ya contaminó las relaciones laborales, acaba con los contratos colectivos, ha incrementado el volumen de los sindicatos de protección, blancos o fingidos; además promueve esquemas como el outsoucing, el subempleo, la contratación por honorarios
o de palabra
, con el consiguiente abaratamiento del trabajo en México.
Todo ello significa una amenaza permanente contra las jubilaciones, señala el abogado y catedrático Alfonso Bouzas, en la investigación Perspectivas del trabajo en México.
En este libro, editado por la UNAM y el Instituto de Investigaciones Económicas, Bouzas señala que en México se ha flexibilizado no sólo el pago de salarios y la prolongación de la jornada de trabajo, sino en general todos los derechos laborales.
El trabajo informal, el desempleo, la contratación a tiempo parcial, el trabajo interino y otros esquemas irregulares alcanzan cartas de naturalización
en las relaciones laborales. Campea la legalización de la ilegalidad
.
Puntualiza que esta flexibilidad
no es más que la respuesta del mercado laboral a las variaciones del entorno económico, de manera que el uso de la fuerza laboral, las horas de trabajo y la estructura salarial se ajustan a las condiciones económicas inestables y fluctuantes del país. Esto ha generado una significativa degradación del trabajo, que se contradice con la proclama de la OIT sobre empleo digno, advierte.