Berlín, 3 de octubre. Alemania conmemoró hoy el 20 aniversario de su reunificación con diversas ceremonias, y en la central el presidente Christian Wulff pronunció un discurso en el que recordó que uno de los mayores desafíos de este país es la integración de los inmigrantes.

Uno de los protagonistas de las multitudinaria fiesta que se celebró en Berlín, exactamente en el mismo lugar en que más de un millón de personas se dieron cita el 3 de octubre de 1990 para la nueva unión de las dos antagónicas Alemanias, fue el ex canciller Helmut Kohl, considerado el padre de la reunificación alemana.

En un acto celebrado en un escenario junto al Reichstag, el edificio del Parlamento, y en el que estuvieron presentes el jefe de Estado, Christian Wulff, y la canciller federal, Angela Merkel, el presidente de la Cámara baja del Parlamento, Norbert Lammert, afirmó que todos tenemos motivos para estar orgullosos y agradecidos... y eso es válido tanto para el oeste como para el este.

Agregó que gracias a la reunificación Alemania vive en paz con todos sus vecinos y goza de una democracia asentada.

En el mismo sentido se pronunció el último presidente de la Unión Soviética y premio Nobel de la Paz, Mijail Gorbachov, quien en la emblemática Paulskirche de la ciudad de Fráncfort subrayó que 20 años después de su reunificación este país, motor de Europa, se ha convertido en un ejemplo para todas las naciones que se encuentran en proceso de democratización.

La celebración oficial tuvo lugar en Bremen, por ser ésa la ciudad que ocupa la presidencia de turno de la cámara alta del Parlamento. En el estadio Arena, el presidente Wulff destacó la necesidad de integrar a los extranjeros residentes en el país, sobre todo a los musulmanes.

Aseguró que el cristianismo y el judaísmo son la base histórica de Alemania, pero el islam también es parte de la sociedad alemana actual. Yo también soy el presidente de todos los ciudadanos musulmanes alemanes, dijo, y recalcó que lo importante no es de dónde venimos, sino adónde vamos.