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Felipe de Jesús: el pequeño es el libro más reciente del caricaturista de La Jornada

Calderón puede garantizar que nos vayamos más a pique, dice El Fisgón

El autor documenta y contrasta la realidad oficial con los hechos reales

A este país se lo va a llevar el caño si los mexicanos no peleamos por nuestros derechos, alerta

Foto
El Fisgón durante la entrevistaFoto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Miércoles 6 de octubre de 2010, p. 5

Pensar o creer que México ha tocado fondo es algo de lo que discrepa el caricaturista Rafael Barajas El Fisgón, quien en su más reciente libro, Felipe de Jesús: el pequeño documenta de manera crítica y chacotera la trayectoria política de Felipe Calderón Hinojosa y los cuatro años que lleva al frente de la Presidencia del país.

Híjole, no sé si estemos tocando fondo, porque siempre se puede llegar más bajo. Ésa es una metáfora que me preocupa, porque presupone la idea de que en adelante lo único que puede pasar es subir, explica a La Jornada.

“Más bien –aclara– estamos en un punto muy bajo del hundimiento, pero lo que está haciendo Calderón puede garantizar que vayamos más a pique. Aún falta ver lo que pasará en los siguientes años, porque el sexenio no ha acabado. Lo cierto es que ha sido un desastre y eso es difícil de rebatir.”

Ineficiencia y torpezas

En entrevista a propósito de la aparición de ese volumen, publicado por Planeta, El Fisgón asume que parte de la terrible situación en la que se encuentra México se debe a la ineficiencia y las torpezas del Presidente. Sin embargo, está convencido de que el de Felipe Calderón es un proyecto genocida.

Acerca de Felipe de Jesús: el pequeño, el caricaturista describe que se trata de una memoria en la que se compendia la historia reciente del país: “Lo que hace el libro es revisar el discurso, las acciones y las promesas de Calderón durante la campaña y después de ésta bajo los preceptos de verdad y veracidad, y me temo que no sale muy bien librado; el señor miente de manera sistemática.

“Es increíble el cúmulo de barbaridades que han ocurrido en estos años, así como el número de mentiras que han dicho, cómo ocultan información, cómo todo lo que dicen está sesgado. Por ejemplo, Calderón prometió que iba a ser el presidente del empleo y hemos tenido cifras récord de desempleo.

“Lo sorprendente –prosigue El Fisgón– es que el grueso de los datos del libro son datos oficiales y luego hay otros que son documentados por la prensa y que no han sido desmentidos. Básicamente me he ceñido a documentar y contrastar la realidad oficial con los hechos reales.”

Estado vacío, sin sustento

–Usted comienza el libro señalando cómo el neoliberalismo rompió el pacto social en México y, para concluir, hace un llamado a recuperar ese pacto y pelear por él. ¿Parece un llamado a una revolución?

–Al no haber pacto social, sí hay Estado, pero es un Estado vacío, sin sustento; hay un problema de fondo. Y aclaro que no hago un llamado a una revolución, sino a que a la gente tome conciencia de su situación y se organice. Hago esta aclaración, porque normalmente hacer un llamado a la revolución es hacerlo a tomar las armas. No busco ni pretendo eso.

Básicamente llamo a que las personas tomen conciencia del horror que vivimos, de por qué se está viviendo eso y de que nos tenemos que organizar para subvertir este estado de cosas. Si se quiere, es un llamado de subversión, no a las armas.

–¿Es posible subvertir esta realidad tomando en cuenta el estado militarizado en el que vivimos?

–No sólo lo creo posible, sino que es necesario; en ello nos va el futuro del país. Si no hacemos eso, si los mexicanos no peleamos nuestros derechos, ni políticas que beneficien a la mayoría y no sólo a un grupo oligárquico, a este país se lo va a llevar el caño. Estamos viendo eso.

–¿Entonces el país se le fue de las manos al presidente Calderón, o nunca lo tuvo entre ellas?

–Creo que son muchas las cosas que se le han ido de las manos, pues ha actuado con mucha torpeza. Pero también creo que el proyecto implica la disolución del Estado mexicano, como en general lo busca el modelo neoliberal con los estados nacionales. A este proyecto globalizador le molestan dos cosas: los sindicatos y la fuerza de los estados nacionales, y los ha buscado desmantelar a toda costa.

“Me parece que el de Calderón, y perdón que lo diga, es un proyecto genocida. Esto se refleja tanto en que van más de 28 mil muertos en su guerra contra el narco, y que persista en esa política, como en el salario mínimo de cincuenta y tantos pesos al día. Pareciera ser que la oligarquía le ha declarado la guerra al pueblo de México; pareciera ser una guerra de exterminio.”

–Si con Vicente Fox México vivió en foxilandia, ¿qué ocurre con Calderón?

–Como Salinas, Zedillo y Fox, Calderón es una caricatura en pleno. Lo malo es que su mejor caricatura desgraciadamente la hizo él, nos la ganó a los moneros en el momento en que se puso esa casaca militar que le quedaba grande. Ahí se marcó, porque eso es lo que ha sido su sexenio.

“Calderón no ganó los elecciones y llegó, aun en sus propios términos, con muy escasa legitimidad; para apuntalarse en el poder sacó el Ejército a la calle desde la primera semana de su gobierno. Esa medida nos ha llevado a una crisis de seguridad pública tremenda.

“Estoy seguro de que Felipe Calderón quiere aparecer en el libro Guinness de los récords como el Presidente que más crisis ha acumulado en el menor tiempo posible: llegó al poder con una crisis de legitimidad, nos metió en una crisis de seguridad, nos metió en una crisis económica, nos metió en una crisis de salud pública.

“Uno comienza a hacer el recuento y dice, ¡puta!, nos metió además en una crisis humanitaria, de derechos humanos, ¿por qué, qué culpa tenemos nosotros?

Estamos ante un problema muy severo de desgobierno, y el fondo es que se rompió el pacto social, no lo hay.