La investigadora mexicana recibe los premios Marina Tsvietáieva y Maximiliám Voloshin
Hace más de 30 años empecé a admirar a esa gran poeta y el sentimiento crece
, señala
Miércoles 6 de octubre de 2010, p. 6
Moscú, 5 de octubre. Apasionada de la literatura rusa –pasión que refrenda con el compromiso de trasladar al español, en versiones fieles al espíritu del texto original y la música de las palabras, la obra de los más grandes autores que ha dado Rusia–, Selma Ancira sigue cosechando reconocimientos a su labor como traductora.
Los dos más recientes revisten especial significación para la estudiosa mexicana, quien reside en Barcelona y viene a Rusia con frecuencia para participar en seminarios o recabar valiosa información en los archivos, por estar vinculados al nombre de Marina Tsvietáieva.
Hace ya más de 30 años empecé a admirar a esa gran poeta rusa, sentimiento que se acentúa y hace más profundo con cada nueva traducción
, dijo Ancira al recibir, en la ciudad de Yelábuga, el Premio Marina Tsvietáieva.
En Yelábuga, en 1941, se suicidó Tsvietáieva. Ahí está su tumba y en esa urbe de la república de Tatarstán, desde hace ocho años, se llevan a cabo unas Jornadas Internacionales que congregan, procedentes de una decena de países, a académicos, poetas y traductores interesados en la vida y obra de la autora de Álbum de la tarde, Campo de cisnes y Separación, entre otros ya clásicos libros de versos.
Aportes a la cultura de Rusia
Otorgado por el Museo Tsvietáieva y la Universidad Pedagógica local, el Premio destaca que Selma Ancira tiene el indiscutido mérito de ser quien dio a conocer en idioma español la obra en prosa de Tsvietáieva casi completa.
En Koktebel, Crimea, hoy territorio de Ucrania, durante el ya tradicional Festival de Poesía Maximilián Voloshin, tuvo lugar el segundo reconocimiento a las traducciones que realiza Selma Ancira.
Por verter al español Viva voz de vida, el libro que Tsvietáieva dedicó a la memoria del singular poeta y pintor que abrió las puertas de su casa de Crimea como anfitrión de connotados intelectuales y artistas de Rusia y Europa en el primer tercio del siglo XX, Ancira recibió el Premio Voloshin en su modalidad de Contribución a la cultura
.
Cabe señalar que es el mismo texto de 131 páginas que, el año pasado, le hizo merecer en España el decimosegundo Premio de Traducción Ángel Crespo.