Una serie de 22 textos escritos por el premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez, en diversas épocas de su vida, integran el volumen Yo no vengo a decir un discurso, el cual comenzará a circular de manera simultánea en España y América Latina el 29 de octubre.

Ese libro, que marca el regreso del escritor al ámbito editorial después de Memorias de mis putas tristes, publicado hace seis años, fue proyectado durante año y medio y es una muestra de la narrativa de García Márquez y de textos magníficos, la mayoría inéditos, que fueron escritos por él en diversas etapas de su vida, dijo Cristóbal Pera, director editorial de Random House Mondadori, sello que también publicó las memorias del autor con los tomos de Vivir para contarla.

En estos textos no sólo se sintetizan sus obsesiones, sino la narrativa que caracteriza a Gabo desde los 17 años, cuando escribió el discurso para despedir a sus compañeros que se graduaban en el Liceo de Zipaquirá (1944), hasta el que leyó ante las academias de la Lengua y los reyes de España al cumplir 80 años y conmemorar los 40 de su célebre novela Cien años de soledad, en 2007.

“Buscamos la mayor cantidad de discursos posibles; algunos no tenían título. Estuve con él en México, donde hallamos el primer discurso que ofreció ante sus compañeros de Liceo; otro más que atañe a este país cuando le fue entregada la condecoración del Águila Azteca, antes del premio Nobel y es un texto precioso, donde menciona lo que significa este país para él y su familia, el cual ahora se publica como ‘Otra patria distinta’.”

Terrorífico compromiso

El título de la nueva obra, explica Pera, surgió a propósito del discurso ante sus compañeros de Liceo a los 17 años y es la tercera frase de ese texto.

En realidad, continuó el editor, Gabo “nunca mostró mucho interés en la oratoria ni el discurso, pero estuvo obligado a decirlos porque no tuvo remedio; así es como recibió el Nobel en 1982, donde dijo el más grande de los discursos dichos durante la recepción de ese galardón, el cual es reconocido desde entonces: La soledad de América Latina”.

Otros de los textos son referenciales en su trayectoria: Cómo comencé a escribir, Brindis por la poesía, Periodismo: el mejor oficio del mundo; además del polémico discurso sobre la jubilación de la ortografía titulado Botella al mar para el Dios de las palabras, y otros en los que alude a grandes amigos suyos como Julio Cortázar y Álvaro Mutis.

Tampoco fue olvidado el que recuerda las problemáticas de su tierra colombiana, en La tierra amada aunque distante, así como los textos que mencionan la proliferación nuclear o los desastres ecológicos en los titulados El cataclismo de Damocles y Una alianza ecológica de América Latina, respectivamente.

Alguna vez dijo el autor de Crónica de una muerte anunciada: ¿Qué hago yo encaramado en esta percha de honor, yo que siempre he considerado los discursos como el más terrorífico de los compromisos humanos?, palabras con las cuales queda claro su rechazo a la oratoria que se aprecia desde sus primeros textos.

Yo no vengo a decir un discurso, adelanta Pera, es una gran sorpresa y tiene muy feliz al escritor colombiano además de que es una obra maravillosa donde se muestra la narrativa de García Márquez, mediante la cual se descubre su vida y obra.