Jueves 7 de octubre de 2010, p. 21
Budapest, 6 de octubre. Las autoridades húngaras intentaban este miércoles contener la marea de lodo rojo, desecho industrial producido al refinar bauxita para producir aluminio, y que tiene efectos tóxicos, que afecta desde el lunes una región cercana al Danubio, 160 kilómetros al oeste de Budapest, en una catástrofe ecológica
que dejó cuatro muertos y tres desaparecidos, y cuya eliminación puede demorar un año.
El gobierno húngaro declaró el martes el estado de emergencia en tres departamentos del oeste del país, después del accidente en una planta de bauxita de la ciudad de Ajka.
Gyorgy Bakondi, director de la Unidad de Desastres Naturales (UDN), explicó que hay tres tareas principales para hoy: cerrar la rotura del contenedor, limpiar el lodo rojo en casas y calles, y proteger los ríos.
El vertido rojo arrasó el lunes la población de Kolontar, donde además 120 personas resultaron heridas, así como en Devecser y otras tres localidades en el oeste de Hungría, luego de la fuga en un contenedor de la planta Ajkai Timfoldgyar, propiedad de la fábrica de aluminio MAL.
Limpiar todo ese lodo llevará meses, admitió el secretario de Medio Ambiente, Zoltan Illes, y el costo ascenderá a decenas de millones de euros; por lo que, dijo, Budapest analiza solicitar ayuda a la Unión Europea (UE), a fin de poder hacer frente a una de las peores catástrofes ecológicas vividas por Hungría. En cualquier caso, subrayó, nuestra participación estará dirigida a ayudar a las víctimas de esta tragedia
.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, sostuvo que ha solicitado al Ministerio del Interior que investigue la causa de la desgracia. Por el momento no hay indicios que apunten a que la catástrofe sucedió por causas naturales
, subrayó, mientras Karoly Tily, alcalde de Kolontar, el poblado más cercano al lugar donde ocurrió la fuga, decretó una jornada de duelo.