Al inaugurar el foro internacional Desarrollo y cambio climático, que organiza la fundación Friederich Ebert Stiftung (FES) para promover que las fuerzas políticas progresistas de América Latina y Europa impulsen el desarrollo económico a la par de la protección ambiental, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, planteó la necesidad de que los gobiernos nacionales, particularmente los de los países más contaminantes, destinen más recursos a los gobiernos locales que realizan acciones para enfrentar el cambio climático, a fin de financiar más acciones y obtener más resultados.

Más de 90 por ciento de la inversión para combatir los efectos de ese fenómeno la hacen las ciudades, dijo. A pesar de ello, las metrópolis que emprenden acciones para reducir las emisiones de efecto invernadero, como la ciudad de México, no cuentan con recursos de sus gobiernos nacionales, ni tampoco internacionales.

En la ciudad de México el Plan de Acción Climática requerirá de 5.4 billones de dólares en seis años, comprenderá acciones como la expansión del sistema de transporte público, lo que incluirá las obras de la línea 12 del Metro; manejo de los residuos en la ciudad; cambios en el uso de la energía, y el plan de ahorro energético, indicó.

Sin embargo, países como Estados Unidos, que produce 33 por ciento de las emisiones de efecto invernadero, o China, cuya emisión es también elevada, en comparación con México, que emite 2 por ciento, aportan 2.5 millones de dólares.

Sobre el foro destacó la intención por debatir en torno al cambio climático con visión progresista, distinta a la de otras más conservadoras.

Otra buena oportunidad de debatir sobre el tema, desde una perspectiva de izquierda, será la Cumbre de Ciudades que se efectuará en la ciudad de México, del 17 al 21 de noviembre próximo, indicó.

Más tarde, al inaugurar el Congreso Mundial de Azoteas y Muros Verdes 2010, señaló que a fin de garantizar la sustentabilidad de la ciudad y elevar la calidad del medio ambiente, las azoteas verdes deberán multiplicarse con base en el acuerdo y compromiso de todos los sectores sociales, además de ser obligatorias para las futuras construcciones.