Una sociedad que no valora su diversidad ni promueve la inclusión y el respeto a todos corre el riesgo de verse amenazada por la desunión sectaria, advirtió el presidente Felipe Calderón, quien destacó que se puede tener diferencias, pero nunca deben expresarse desde una perspectiva de odio que implique la eliminación de quien piense diferente.

Es muy importante estar atentos como nación a cualquier acto de exclusión, por pequeño que sea. Es necesario decir: no hemos superado como país la discriminación. Por muchas razones ésta afecta, todavía, a muchos grupos de nuestra sociedad: indígenas, mujeres, niños, personas con discapacidad, migrantes, a quienes piensan, creen o tienen una preferencia distinta, admitió.

Al inaugurar ayer el Museo de la Memoria y la Tolerancia, que tiene el propósito de recordar, para no sufrir nuevamente, los dolorosos episodios de genocidio en el mundo, Calderón aseguró que los ejemplos que se muestran le pondrán, a quien lo visite, una permanente señal de alerta respecto de las terribles consecuencias que tienen las actitudes de discriminación, la segregación, la marginación social; los terribles efectos que puede tener la incubación de odio e intolerancia que desencadena, a su vez, mayor intolerancia, mayor odio, mayor violencia.

Ante una docena de sobrevivientes del holocausto, de la masacre armenia y de los casos de Camboya, Ruanda, Guatemala y Srebrenica, en la ex Yugoeslavia, el presidente Calderón destacó que las diversas salas recuerdan al visitante la terrible dualidad que puede existir entre los seres humanos. Por un lado, una incalificable capacidad de destrucción, a partir del odio, del racismo, de la incomprensión. Por otro lado, también, la capacidad de construir, a partir del diálogo, de la pluralidad, del respeto, de la tolerancia. Ésta, precisamente, es la dualidad de la condición humana, que se explora con detalle en este nuevo espacio que se abre al púbico.

La primera sección del museo documenta la exterminación sistemática de grupos étnicos o religiosos; la segunda está dedicada a retomar los valores, que tanta falta nos siguen haciendo, de la tolerancia, la inclusión, la diversidad, que son el mejor antídoto para evitar los crímenes de la humanidad contra la humanidad, explicó Calderón antes de recorrer las instalaciones acompañado por su esposa, Margarita Zavala, y Raúl Plascencia, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, entre otros.