El retiro de 300 taxistas de la empresa Servicios de Excelencia, que hasta el sábado pasado operaban en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), se debió a un adeudo por la renta de espacios de estacionamiento en la Terminal 2 (T2), según versiones de los choferes, quienes denunciaron que las autoridades de la terminal aérea no han cumplido con los acuerdos pactados.

Sin una versión oficial, y a una semana de los hechos, los trabajadores revelaron que por la contraprestación del estacionamiento en la T2, las autoridades del AICM cobraban 5 mil 200 pesos mensuales por cada vehículo, situación que los obligó –con el objetivo de reducir costos de operación– a dejar el lugar en mayo pasado, trasladándose a un predio de la colonia Peñón de los Baños, desde donde operaban. Es decir, al mes pagaban al aeropuerto un total de un millón 560 mil pesos por estacionamiento, sin contar el porcentaje por cada boleto vendido.

Sin embargo, el sábado pasado supervisores del aeropuerto capitalino retiraron tarjetones y calcomanías a 30 unidades de Servicios de Excelencia, por lo que el resto de los vehículos fueron obligados a suspender su operación. Desde ese momento, representantes de la empresa han buscado infructuosamente al gerente de transportación terrestre del aeropuerto, Miguel Ángel Téllez.

Los trabajadores denunciaron que el cobro por el estacionamiento es discrecional, pues otras compañías y agrupaciones que trabajan en el aeropuerto tienen una renta menor.

Además, denunciaron que las autoridades del AICM, cuando se firmó el contrato, proyectaron que habría un mayor número de pasajeros, situación que no ha ocurrido desde el año pasado, sin que la renta por el espacio se haya reducido.

Servicios de Excelencia aparece como la compañía con las tarifas más bajas dentro del aeropuerto, en 2009 captó 12 por ciento de los servicios realizados en la terminal, al registrar 286 mil boletos-viajes realizados.

En 2009 la demanda de taxis cayó en más de 5 por ciento, según datos del aeropuerto. La reducción se debió fundamentalmente a la crisis económica y la emergencia sanitaria por el virus de influenza A/H1N1, ya que tan sólo en mayo del año pasado provocó la cancelación de 3 mil vuelos.