Santiago, 15 de octubre. Hoy fueron dados de alta 28 mineros en el hospital regional de Copiapó, tras ser evaluados satisfactoriamente luego de los 69 días que permanecieron sepultados en la mina San José, de donde fueron rescatados 33 trabajadores de manera espectacular entre martes y miércoles. Pero se informó que la salida del nosocomio se estaba dando de modo escalonado para evitar el acoso de los medios de prensa.

Ya fueron todos dados de alta, excepto dos que fueron trasladados a otras dependencias para seguir tratamientos médicos menores, dijo la directora del centro de salud de la región de Atacama, la doctora Paola Neumann.

Uno de ellos seguirá un tratamiento dental, dijo, mientras que el otro es tratado de un síndrome vertiginoso, que causa mareos. El pasado jueves Juan Illanes, el boliviano Carlos Mamani y Edison Peña fueron los primeros en salir del hospital y regresar a sus casas.

En tanto que numerosos periodistas y la televisión continúan en busca de historias y siguiendo los pasos de los mineros rescatados, que estuvieron a 622 metros bajo tierra en el desierto de Atacama, el gobierno local admitió que los 33 obreros rechazaron acudir el domingo a una misa en el yacimiento donde estuvieron atrapados desde el 5 de agosto pasado debido a un derrumbe.

Hay que considerar que están recién yéndose a sus casas, que quieren tener un momento de tranquilidad y lejos de los medios, indicó la gobernadora de Atacama, Ximena Matas.

¡Déjenlos tranquilos! ¡Necesitan estar solos!, reclamó el sicólogo Alberto Iturra, quien los acompañó en la etapa de rescate. Aplaudió que los mineros defiendan su intimidad, pese a numerosas invitaciones y a las ofertas millonarias para ser entrevistados.

No obstante, algunos medios lograron arrancar declaraciones de al menos un par de trabajadores que se manifestaron listos para volver a laborar en las minas, aun cuando aceptaron haber vivido un verdadero infierno. Yo quiero volver a la mina, soy minero de corazón. Esto lo trae uno en la sangre, afirmó Alex Vega.

Osmán Araya, otro de los consultados por la televisión estatal acerca de si volvería a trabajar en esa industria, respondió: Por supuesto que sí. Nada tenemos que temer. Tenemos que seguir trabajando. Es parte de nuestro oficio.

El ministro de Salud, Jaime Mañalich, dijo que para muchos de ellos no es recomendable que vuelvan a trabajar en una mina. Estimó que si alguno decide regresar, lo más probable es que tenga que salir corriendo de pánico.

En tanto, el gobierno chileno informó que la cápsula Fénix-2, que sirvió para el rescate de los 33 mineros, y los objetos que éstos utilizaron en los 69 días que estuvieron bajo tierra, serán exhibidos en el extranjero y luego volverán a Chile, donde varios museos e instituciones se los disputan.

La Corporación Nacional del Cobre, la empresa estatal de ese metal que encabezó las labores de rescate de los 33 mineros atrapados en San José, y la marina, que fabricó la cápsula Fénix en sus astilleros de la sureña localidad de Talcahuano, han expresado sus intenciones de incorporar esos elementos a sus respectivos museos. También la alcaldía de Talcahuano está en la disputa.