De los indocumentados que cruzan, al menos 50% han sido extorsionados: reporte de Sedena
Los sicarios exigen entre 25 mil y 200 mil pesos a las familias de los retenidos en casas de seguridad
Lunes 18 de octubre de 2010, p. 12
El cártel de Los Zetas ha encontrado en el secuestro de migrantes su principal método ilegal de recaudación de recursos para la organización delictiva, y ha hecho valer su control de esa actividad criminal en plazas del sureste y el Golfo del país, según consta en datos oficiales recabados por el gabinete de seguridad nacional del gobierno federal.
De acuerdo con fuentes castrenses consultadas, existen reportes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que establecen que al año unos 20 mil indocumentados procedentes de Centro y Sudamérica cruzan territorio mexicano, y al menos la mitad de ellos son víctimas de extorsión por parte de integrantes de Los Zetas.
Los sicarios exigen entre 25 mil y 200 mil pesos a las familias de los migrantes secuestrados a cambio de liberarlos de las casas de seguridad que utiliza el grupo criminal en diversos municipios de Tamaulipas, Veracruz, Oaxaca y Chiapas.
La ruta que utilizan los sicarios de ese cártel para plagiar a migrantes que buscan llegar a alguna frontera de Estados Unidos pasa por Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Tamaulipas. También se ha detectado que utilizan un tramo del sur de Tabasco, de acuerdo con datos recabados por instancias como la Procuraduría General de la República (PGR) y el Ejército Mexicano.
Desde agosto pasado, el gobierno del presidente Felipe Calderón emitió una alerta a países de Centro y Sudamérica para que informen a sus connacionales sobre el riesgo que implica migrar a Estados Unidos, vía el Golfo México.
Desde hace por lo menos 14 meses, ante la escalada de violencia que ha sembrado la disputa entre miembros de Los Zetas y del cártel del Golfo por el dominio de territorios en Tamaulipas y Nuevo León, los delincuentes se han visto forzados a reclutar gente donde sea, incluso indocumentados.
Información del Ejército Mexicano indica que Los Zetas ya están diseminados en Centroamérica. El intercambio de datos de las autoridades de esos países con la Sedena establece que ese grupo criminal tiene controlada la zona fronteriza entre Guatemala, El Salvador y Honduras.
Los grupos de indocumentados son sorprendidos en territorio mexicano en casas de ayuda a migrantes, en estaciones de autobuses, hoteles y estaciones ferroviarias.
Luego de golpearlos, Los Zetas los obligan a que proporcionen números telefónicos de sus familiares para el pago de un rescate.
Para salvar su vida, los indocumentados tienen dos alternativas una vez que están en manos de los sicarios: ser parte de Los Zetas o pagar por su liberación y continuar su camino hacia Estados Unidos.
Si aceptan trabajar para el grupo criminal, los migrantes reciben hasta 5 mil pesos a la semana por realizar robos y asesinatos, o colaborar en los secuestros de sus propios compatriotas, de acuerdo con reportes castrenses.