Cientos de trabajadores de tierra, sobrecargos y pilotos de Mexicana de Aviación exigieron que sus dirigentes encabecen una toma de las pistas de aterrizaje en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), en protesta ante la falta de solución al prolongado conflicto que vive la aerolínea sometida a concurso mercantil y al borde de la quiebra.

En una manifestación, que por momentos parecía salir del control de las dirigencias de los tres gremios, los trabajadores de Mexicana, incluidos los de confianza, llenaron el pasillo del área de salida de la Terminal 2 del aeropuerto.

El amago de toma de pistas provocó que el subsecretario de Comunicaciones y Transportes, Humberto Treviño Landois, se trasladara al aeropuerto capitalino para reunirse con los dirigentes en un salón de la Terminal 1.

Como resultado de la plática, el compromiso del gobierno federal fue que hará todo lo posible por que la aerolínea reinicie operaciones lo antes posible.

Los dirigentes explicaron que no piden al gobierno que rescate la empresa, sino que intervenga en una restructura. Para ello se plantea crear un fondo emergente de 250 millones de dólares en el presupuesto de egresos de 2011, con el cual se salvaría la aerolínea.

Durante más de tres horas los trabajadores se concentraron y marcharon juntos en la Terminal 2 con consignas contra Gastón Azcárraga, empresario que depredó la aerolínea en sólo cuatro años, aunque también se escucharon expresiones contra del presidente Felipe Calderón por su pasividad ante el problema y su falsa promesa política de ser el presidente del empleo. Entre todas las frases una que se repitió incesantemente: Queremos trabajar, queremos trabajar.

Casi para finalizar el mitin, cuando los dirigentes Lizzett Clavel, de sobrecargos; Miguel Ángel Yúdico, de los de tierra, y Fernando Perfecto, de pilotos, habían planteado el complicado panorama para levantar vuelo y recuperar los 8 mil empleos de Mexicana, desde atrás se levantó un grito que rápidamente se convirtió en coro entre todos los trabajadores: pistas, pistas, pistas, pistas.

El coro espontáneo para la toma de pistas generó desconcierto entre los dirigentes. Sobre una pequeña tarima, micrófono en mano, cada uno intentó controlar la manifestación y a cada uno le tocaron silbatinas y expresiones de rechazo.

Lizzett Clavel aseguró a los trabajadores que no tienen dirigencias cobardes. Sabemos los riesgos de esta acción; no vamos a ser suicidas; eso que nos piden es un delito federal, agregó Yúdico, mientras Perfecto advirtió que acarrearía problemas legales optar por el camino de la fuerza y el enfrentamiento.

Junto a las silbatinas, los trabajadores lanzaron un incesante: hoy, hoy, hoy, hoy, en alusión a que esa medida de presión fuera tomada de inmediato.

Tras varios minutos de desconcierto, la dirigente Clavel retomó el micrófono y propuso que sería mejor marchar hacia la Terminal 1, propuesta aceptada a regañadientes. El contingente comenzó el recorrido, casi a las 4 de la tarde, por la avenida Hangares y luego por el Bulevar Puerto Aéreo, casi tres horas después de haber empezado la manifestación en la Terminal 2.

A su llegada a la T1 el subsecretario Treviño ya esperaba a los dirigentes en una sala de la Dirección General de Aeronáutica Civil, donde reiteró el compromiso del gobierno federal.

Por la mañana, los secretarios generales de pilotos y sobrecargos habían acudido a la reunión semanal de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT). Ahí, tras advertir que el gobierno federal no puede eludir su responsabilidad de haber otorgado una concesión a un empresario incapaz como Gastón Azcárraga, Fernando Perfecto, líder de los pilotos, indicó que los gremios de la aerolínea no vamos a aceptar que se deje a tantos trabajadores en el desempleo.