El incremento del impuesto al consumo de cigarrillos y la consecuente amenaza de las empresas trasnacionales de abandonar México a causa de esa tasa impositiva, generó rechazo entre diputados de los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD).

El presidente de la mesa directiva en San Lázaro, Jorge Carlos Ramírez Marín, y los legisladores Estela Damián, Antonio Osuna y Fernando Morales coincidieron en afirmar que los recursos a obtener vía impuestos se destinarán a combatir las adicciones.

Jorge Carlos Ramírez Marín consideró que la medida generará frutos en el ámbito de la salud, toda vez que mediante el alza de los precios se espera disminuir la demanda de productos de tabaco, la cual ha crecido en los años recientes y en la actualidad provoca 60 mil muertes anuales en el país.

Esta reforma al impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS), que fue aprobada con 430 votos en favor, 11 en contra y 13 abstenciones, pretende una recaudación por 12 mil 76 millones de pesos para el próximo año. Ello significa un avance importante, toda vez que los costos de la atención de esta enfermedad es uno de los principales retos en materia de salud pública, ya que se estiman en casi 45 mil millones de pesos.

Por su parte, Esthela Damián Peralta, presidenta de la Comisión de Vigilancia, calificó de chantaje barato las amenazas que lanzaron tabacaleras, luego de que fue aprobado el aumento de siete pesos al impuesto por cajetilla de cigarros.

Es una pena que nos encontramos frente a empresas que chantajean al país y a la Cámara de Diputados con despedir a su planta laboral ante este incremento, que es exactamente lo contrario a la postura que debiera asumir una empresa socialmente responsable. No quieren recaudar para fines de salud y en beneficio de cerca de 60 mil mexicanos. Es inaudito que hoy nos vengan a chantajear o amenazar con retirar sus recursos del país, expuso la legisladora perredista.

Demandó a las tabacaleras una explicación de si en otros países también amenazaron a sus gobiernos con abandonarlos si aplicaban incrementos de impuestos.

Estamos ante un chantaje barato que intimida a la clase trabajadora, pero que quede bien claro que no vamos a cambiar de opinión, al menos no en el PRD. Estamos convencidos de que el aumento lo que va a lograr en México es que el producto sea inaccesible a los menores de 13 años, ya que era más fácil comprar un cigarro que un caramelo.

Recordó que el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud recomiendan que el precio final de la cajetilla de cigarrillos represente impuestos de entre 68 y 80 por ciento. Citó que en América Latina, países como Argentina, con 68.55 por ciento; Brasil, 69; Chile, 77.25, y Uruguay 87.5, cumplen con esa recomendación.

‘También Antonio Osuna Millán, presidente de la Comisión de Salud en San Lázaro, expuso que a pesar del incremento del impuesto al precio por cajetillas de cigarrillos, las empresas tabacaleras continuarán recibiendo ganancias en México, ya que en otros países el gravamen es mayor y estas empresas no han quebrado, por lo que expresó su confianza en que puedan rectificar su posición acerca de su retiro del país.

En otras sociedades pagan más impuestos y creo que siguen obteniendo ganancias, porque siguen operando.