La carta que envió esta semana el delegado pontificio para la Legión de Cristo, Velasio de Paolis, a la comunidad de dicha congregación desilusiona, aseguró José Barba, quien señala que más que un documento emitido por la persona que se espera realice cambios profundos en la orden, parece redactado por incondicionales de la misma.

En el escrito no encontramos imparcialidad ni el juicio que se requiere sobre los actos de Marcial Maciel, fundador de la orden, además de que se da respaldo a la actual cúpula legionaria, encabezada por Álvaro Corcuera.

En entrevista, Barba, quien formó parte del grupo de ex seminaristas que denunció ante el Vaticano los abusos sexuales de Maciel, indicó que en la carta no se manifiesta verdadera voluntad de restructurar a fondo la citada congregación, pero sí se evidencia un afán de desligar los excesos del fundador de las dirigencias que lo rodearon, queriendo dar a entender, una vez más, que las responsabilidades de lo sucedido son sólo de Maciel.

De Paolis dice que las responsabilidades del fundador no pueden transferirse a la Legión; en el documento hay insistencia en que el mal fue sólo de Marcial Maciel y eso es mentira, porque durante 64 años él estuvo al frente de la Legión y no se puede creer que esa forma de dirigir no tuvo impacto en la naturaleza y marcha de la congregación, se hace parecer que se trató de depravaciones privadas, y que es posible separar lo que fue Maciel de lo que es la Legión; nada se menciona de los superiores que estuvieron en connivencia con él, ocultándolo: no se puede aceptar que no hay responsabilidad compartida.

El académico del ITAM, también criticó que se siga hablando de hacer oraciones cuando en realidad se trata de hacer justicia y lamentó que en el escrito no se mencione a las víctimas del fallecido sacerdote. El delegado, apuntó, le solicita a la comunidad legionaria que piense en la congregación y en la Iglesia, pero en ningún momento dice que piensen en las víctimas y en la sociedad.