El presidente Felipe Calderón pidió a los cinco candidatos a la dirigencia del Partido Acción Nacional (PAN) que se apeguen a los principios del instituto político y a los planteamientos de sus fundadores. Ello ocurrió en la reunión que sostuvieron el viernes por la noche, en la cual dejó entrever su rechazo a que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resuelva la impugnación de la candidatura de Roberto Gil Zuarth, por tener menos de tres años como militante activo.

Fuentes del PAN revelaron que el encuentro –realizado en la residencia oficial de Los Pinos– entre Calderón y los senadores Gustavo Madero y Blanca Judith Díaz; los diputados Francisco Ramírez Acuña y Roberto Gil, y la ex comisionada de Migración Cecilia Romero se desarrolló en buenos términos.

Señalaron que fue cordial y tranquilo, “pero light”, pues el mandatario no pidió que los operadores políticos de Madero y de Gil dejaran de hacer campaña utilizando su nombre. Lo más que hizo fue pedirles que se apeguen a los principios del blanquiazul, sin explicitar su respaldo a ningún candidato.

Calderón expresó que cada aspirante estuvo en algún momento cerca de él, tras lo cual les dijo que están en libertad de jugar en la carrera por la presidencia del partido, afirmaron las fuentes.

Uno de los temas que han causado mayor ruido en la contienda –la impugnación a la candidatura de Gil Zuarth– se analizó de manera superficial. El mandatario puso de manifiesto su rechazo a que el caso se resuelva en el tribunal. ¿Por qué ir a otros lugares?, cuestionó.

El senador Ricardo García Cervantes, entrevistado sobre la polémica que existe en torno a si Roberto Gil cumple los requisitos para contender, apuntó que en los estatutos panistas existe una norma expresa sobre los requerimientos que debe reunir el aspirante a ese cargo: la que expone las condicionantes para ser integrante del Comité Ejecutivo Nacional y del Consejo Nacional, toda vez que el presidente del partido es miembro de esas dos instancias de gobierno interno.

Si un candidato no cumple a cabalidad con esos requisitos –que consisten en tener una militancia de tres años para ser parte del primer organismo, y de cinco para el segundo–, no puede ser electo dirigente nacional, explicó.

El legislador puntualizó que nadie puede decir que respeta al PAN si viola sus normas internas. Demandó a la militancia ceñirse a la legalidad del instituto político y resolver en el ámbito interno la aplicación de los estatutos y reglamentos, porque, de lo contrario, vamos a tener que estar esperando que sea una autoridad externa la que imponga el respeto a nuestras propias normas. Eso sería un exceso.

Sobre la instancia del blanquiazul que debió resolver la impugnación presentada por la senadora Blanca Judith Díaz, consideró que pudo ser la Comisión Nacional de Elecciones, ya que regula todos los procesos internos, o el propio Comité Ejecutivo Nacional.

Consultado hace unos días en el Senado, aseveró que no está en contra de alguien en particular, sino en favor de la vida institucional y el cumplimiento cabal de las reglas que se han dado los panistas.

Expuso que en Acción Nacional hay quienes se afilian al trabajo y los que se adhieren a las circunstancias de poder y privilegio. Pero una vez convertidos en militantes deben someterse a las reglas internas, señaló.