En los pasados siete días más de 200 elementos de la Policía Ministerial de Tamaulipas han renunciado, y dos terceras partes de la entidad no cuentan con cuerpos de policía, indicaron funcionarios del gobierno federal.

Según los datos obtenidos, únicamente cuatro municipios no han reportado enfrentamientos, levantones o ejecuciones desde febrero de este año, pero en toda la entidad se ha registrado la instalación momentánea de falsos retenes por parte de grupos criminales, en los cuales los vehículos son detenidos y los ocupantes de las unidades robados, inclusive se han reportado casos en los que las mujeres son privadas de su libertad.

Funcionarios que participan en el gabinete de seguridad nacional, señalaron que los diagnósticos del gobierno federal consideran que la actividad comercial e industrial en las ciudades de aquel estado ha registrado una caída en sus ingresos, pero que el mayor impacto que ha dejado el crimen organizado se localiza en los municipios con vocación rural con menos de 15 mil habitantes, ya que muchos de los pequeños comercios han cerrado, porque se han convertido en refugio de sicarios tanto del cártel del Golfo como de Los Zetas.

Los sicarios establecen campamentos en pleno monte en tiendas de campaña o utilizan los ranchos que han sido abandonados por sus propietarios.

Los funcionarios consultados señalaron que en 38 de los 43 municipios de Tamaulipas se ha registrado un éxodo de la población rural, ya que los grupos armados lo mismo asaltan comercios que gasolineras y se roban a las mujeres, pero no son las únicas que desaparecen.

Policías de todas las corporaciones se encuentran desaparecidos, pero no hay una contabilidad oficial de los casos.

Asimismo, una veintena de comandantes de las corporaciones locales han sido ejecutados en este año, y para paliar la inseguridad en las poblaciones la Secretaría de Seguridad Pública, bajo el mando de Antonio Garza García, comisionó grupos de la Policía Estatal Preventiva, pero los uniformados sólo realizan patrullajes en el día. En las noches se resguardan en sus comandancias.

Las policías municipales sólo operan en las 12 ciudades más importantes: San Fernando, Nuevo Laredo, Miguel Alemán, Reynosa, Río Bravo, Matamoros, Valle Hermoso, Ciudad Victoria, Altamira, Ciudad Madero, Mante y Tampico.

Como se han registrado decenas de emboscadas por parte de grupos del crimen organizado, en muchos casos los agentes ya no atienden las denuncias ciudadanas y cuando se trasladan de un punto a otro lo hacen con chalecos antibalas, armas largas y no viajan en una sola unidad.

Esa es una de las razones, según las estimaciones oficiales, por las que en la semana pasada la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas tuvo que aceptar la renuncia o la solicitud de ingreso al programa de retiro voluntario de más de 200 servidores públicos, entre elementos de la Policía Ministerial y agentes del Ministerio Público Investigador.

Así, solamente cuatro municipios (Tula, Miquihuana, Bustamante, Jaumave y Palmillas) de 43 existentes en esa entidad, no han sido escenario de la guerra entre Los Zetas y el cártel del Golfo. En el resto del estado, de febrero a octubre de este año, han sido incendiadas 50 patrullas y han sido atacadas diez estaciones de policía de las diversas corporaciones.

Por otra parte, el pasado viernes en el municipio de Los Ramones, Nuevo León, elementos de la Policía Federal detuvieron a siete presuntos integrantes del cártel de Los Zetas.

La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal dio a conocer que la captura de los presuntos delincuentes se realizó en la carretera Cadereyta-Reynosa a la altura de kilómetro 78, durante una revisión vehicular de rutina.

Los detenidos fueron identificados como Fidencio Garza Ruiz, Marco Antonio Ceballos Garza, Oswaldo Alejandro Castillo Andrade, Arnulfo García Benítez, Silvestre Macías de la Rosa, Miguel Ángel Gallegos Servín y un menor de edad.